Congo. Francisco: violencia espeluznante en una región agotada
Amedeo Lomonaco - Ciudad del Vaticano
La mirada y los pensamientos de Francisco se dirigieron a la República Democrática del Congo, donde el miércoles por la noche un atentado mató al menos a siete personas, entre ellas una religiosa. El asalto, que tuvo lugar en Kivu del Norte y se dirigió contra dos instalaciones sanitarias, fue supuestamente lanzado, según fuentes locales, por el grupo Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) en el territorio de Beni. Los atacantes -dijo Norbert Muhindo, enfermero de la clínica Maboya- llegaron "alrededor de la medianoche". Los hombres armados -añadió el hombre cuyas palabras fueron reportadas por el periódico "Avvenire"- también dijeron: "Queremos la guerra". Palabras y acciones dramáticas a las que se contrapone la oración de Francisco por las víctimas.
Observamos con horror los acontecimientos que siguen ensangrentando la República Democrática del Congo. Expreso mi firme reprobación por el inaceptable asalto que tuvo lugar en días pasados en Maboya, en la provincia de Kivu del Norte, donde fueron asesinadas personas indefensas, entre ellas una religiosa comprometida en la asistencia sanitaria. Recemos por las víctimas y sus familiares, así como por la comunidad cristiana y los habitantes de esa región, agobiados por la violencia desde hace demasiado tiempo
Paz para la martirizada Ucrania
A continuación, Francisco instó a seguir rezando por la martirizada Ucrania: "Que el Señor proteja a aquella gente y nos conduzca a todos por el camino de una paz duradera". Hoy en la ciudad de Ucrania oriental se han registrado aun explosiones e incendios, con un balance provisorio de al menos 2 muertos y 3 heridos.
Que el pueblo brasileño sea liberado del odio y la violencia
Saludando a los peregrinos de lengua portuguesa, especialmente a los de São Salvador da Bahia, Anicuns, Taubaté y São Paulo, el Papa Francisco recordó que Benigna Cardoso da Silva fue beatificada el pasado 24 de octubre en Crato, en el estado brasileño de Ceará. "Una joven mártir que, cumpliendo la palabra de Dios, mantuvo su vida pura, defendiendo su dignidad". "Pido a la Virgen de Aparecida -prosiguió el Pontífice- que proteja y cuide al pueblo brasileño, que lo libre del odio, la intolerancia y la violencia".
Testigos del Evangelio en el mundo
El saludo de Francisco a los fieles polacos se enmarca en el contexto de este mes de octubre dedicado a las misiones: "Están viviendo -dijo el Papa- la Semana Misionera, que este año va acompañada de las palabras: "Para que sean mis testigos". Pienso con gratitud en tantos misioneros de su país que dan testimonio del Evangelio en diversas partes del mundo. Los animo a apoyar, con sus oraciones y con gestos concretos de solidaridad, su importante servicio". Por último, el Papa recomendó especialmente a todos el rezo del Santo Rosario: "que esta sencilla y sugestiva oración mariana muestre a cada uno el camino para seguir a Cristo con confianza y generosidad".
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí