Obispos brasileños concluyeron visitas ad limina

Bianca Fraccalvieri y Andressa Collet - Vatican News

Los obispos de Santa Catarina han concluido la visita ad limina de las 19 regiones que componen la mayor Conferencia Episcopal del mundo: la CNBB.

Las visitas a los dicasterios y a la tumba de los Apóstoles comenzaron en febrero de 2020, se interrumpieron a causa de la pandemia y se reanudaron este año 2022. Durante este período, el Papa Francisco entró en contacto con la realidad de todo Brasil, de norte a sur del país.

Los catarinenses forman la regional más pequeña, la 4 del Sur, y aun así la audiencia con el Santo Padre duró cerca de una hora y media. La modalidad de todos los grupos fue la misma: una conversación franca y abierta, donde se abordaron todos los argumentos que los obispos consideran importantes.

El presidente de la Regional, Monseñor Francisco Carlos Bach, obispo de Joinville, destacó la "paternidad del Santo Padre con nosotros". Sentimos a un hombre admirable, que tiene un inmenso amor por la Iglesia y un inmenso amor por cada uno de los obispos de nuestra nación brasileña. Un hombre que realmente se pone a disposición para estar con nosotros a pesar de las dificultades de salud debidas a su edad. Es alguien que se pone a disposición para estar con nosotros con mucho, mucho amor. Tanto es así que le dijimos: 'Santo Padre, viva lo más que pueda porque la Iglesia le necesita y Brasil le quiere y le ama mucho'. Quedó muy satisfecho y muy contento con todo lo que escuchó de nosotros.

Monseñor Rafael Biernaski, obispo de Blumenau, afirmó que el Papa concluyó la audiencia con un bello mensaje, pidiendo a la Virgen de Aparecida que toda la población brasileña, con motivo de las elecciones, tenga paz. "En ningún momento el Santo Padre hizo referencia a la polarización o a la radicalización, sino que sólo pidió que este momento político conduzca a la paz, a una perspectiva de esperanza, de alegría, de unidad. La paz es la forma en que el pueblo brasileño, en su elección política, podrá conducir su futuro".

Monseñor Guilherme Antônio Werlang, obispo de Lages, tiene una historia particular, ya que se trata de su tercera visita ad Limina con tres Papas diferentes: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. "Los tres fueron fenomenales", dijo, "cada Papa en su estilo: con Juan Pablo II cada obispo tuvo unos minutos particulares. Con Benedicto XVI lo hicimos en grupo, pero no fue así con el Papa Francisco, que es todo diálogo." "Es realmente destacable esta visita al Santo Padre por la colegialidad que nos ofrece".

El arzobispo de Florianópolis, Monseñor Wilson Tadeu Jönck, relató el interés del Papa por las vocaciones: "Uno de los proyectos en los que el Papa estaba muy interesado y quería saber cómo estaba funcionando era la cuestión de las vocaciones, la preparación para el sacerdocio, cómo era el número de vocaciones. Hablamos de nuestra práctica, le gustó y sólo nos pidió que fuéramos muy serios en nuestro acompañamiento y que despertáramos en los corazones de los nuevos sacerdotes un gran espíritu apostólico, un gran amor a la Iglesia. Salimos de la audiencia con el Papa con el corazón rejuvenecido".

Monseñor Onécimo Alberton, obispo de Rio do Sul, destacó tres palabras: ternura, paternidad y acogida por parte de Francisco. "En sus venas vive el espíritu de una iglesia sinodal y acogedora, de alguien que sabe escuchar. Sentimos cómo se manifiesta su amor por toda la Iglesia de Brasil a través de su paternidad, su amor, su esperanza".

Para Monseñor Alberton, nos impresionaron las palabras del Papa sobre el cuidado de las familias y de las vocaciones sacerdotales y religiosas y, sobre todo, "el estrecho camino con nuestras comunidades, con nuestras iglesias locales, con el clero de nuestras diócesis, con los dirigentes, con los consejos pastorales".

Con la libertad que le dio el Papa para expresarse sobre los logros y las alegrías, Mons. Mario Márquez, obispo de Joaçaba, habló de cómo la gente de su diócesis "está muy unida al Pontífice en la oración, valoran su predicación, sus documentos y todo lo que viene desarrollando como Iglesia en todo el mundo". También fue una oportunidad para que el Prelado presentara el Movimiento de Madres que rezan por sus hijos, del que Monseñor Mario es representante nacional e internacional: "Se alegró mucho al saber que este movimiento ha crecido de forma muy hermosa en Santa Catarina, en Brasil y en otros países del mundo.

Según Monseñor Jacinto Inácio Flach, obispo de Criciúma, todos fueron acogidos "de hermano a hermano": "los propios guardias me dijeron que sentían este ambiente humano y fraternal en su interior", comentó Monseñor Jacinto. Un "hermoso testimonio que nos deja el Papa Francisco y que nos da como obispo, él que, además de ser Papa, por supuesto, es el obispo de Roma", de acuerdo con monseñor Cleocir Bonetti, obispo de Caçador.

Siempre sobre la libertad de los obispos, "que cada uno diga lo que siente y pida lo que quiere", añadió el obispo de Chapecó, Mons. Odelir José Magri, Francisco expresó: "es un pecado criticar al Papa fuera del Vaticano, pero aquí es posible incluso criticar al Papa".

Un momento singular de las audiencias con el Papa es la entrega de regalos. En nombre de toda la Región Sur 4, Francisco recibió una imagen exclusiva de San Francisco esculpida en arcilla por el artista catarinense João Dias (Dão).

Otros regalos entregados: hierba mate (Monseñor Guilherme-Lages); Libro "Madres que rezan por sus hijos" (Monseñor Mario-Joaçaba); Vida de Albertina Berkenbrock (P. Lino-Tubarão); Libros de catequesis - Iniciación a la Vida Cristiana (Monseñor Wilson-Florianópolis); Camisa de Criciúma (Monseñor Jacinto-Criciúma); Camisa de Grêmio (Monseñor Cleocir-Caçador); Libro "Violencia contra los Pueblos Indígenas en Brasil" (Monseñor Odelir-Chapecó); Bandera de la Pastoral Juvenil y tarjetitas de la Pastoral Juvenil (P. Luciano) y tarjetitas al Papa Francisco escritas por los niños del tercer año de primaria de la Escuela Bom Jesus Coração de Jesus de Florianópolis (Jaison).