El Papa: Si no se hicieran armas por un año, se acabaría el hambre en el mundo
Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
Hay una referencia a los acontecimientos actuales en el discurso del Papa Francisco a una delegación del Seminario Rabínico Latinoamericano, procedente de Argentina, recibida en el Vaticano el 2 de diciembre. En sus palabras, el dolor por la guerra en Ucrania.
A mí me molesta esto de la guerra, me hace sufrir. Hermanos contra hermanos, pero no sólo esta. Pensar que en un siglo hubo tres guerras mundiales: 39-45, 14-18, y esta. Pensar que, si no se hicieran armas durante un año, se acabaría el hambre en el mundo, pues creo que es la industria más grande. Pensar que una guerra se hace cuando un imperio se siente débil, entonces mata para sentirse fuerte y para usar las armas que tiene que vender o dar para hacerlas nuevas. Me hace sufrir ver probar esos drones que estaban dando vueltas por Ucrania. Que son armas nuevas que están probando, a costillas de gente que muere.
Ejemplo de fraternidad
La pregunta que hace el obispo de Roma es sobre la mansedumbre del hombre, la respuesta se encuentra en Jeremías. Fuerte es la invitación a trabajar como hermanos.
Contra una cultura de la crueldad, del hombre lobo para el hombre, trabajemos desde nuestra fe, con estos libros sagrados comunes y dando ejemplo de fraternidad.
Adorar, servir, ayudar
El Papa también se detiene en aquellos que, reflexionando sobre sus palabras, lo juzgan como "un comunista" porque "habla de cosas sociales" en lugar de hablar de Dios. En cambio, subraya que "la justicia del corazón" está presente en la Biblia, "está siempre con Dios y con el prójimo", por tanto, se adora y se sirve, se adora y se ayuda.
El que sólo ayuda y no adora es un buen ateo, nada más. El que adora y no ayuda es un cínico, un mentiroso. Los dos van juntos. Y debemos esforzarnos por ello, para que nuestra fe se convierta en obras y que nuestras obras nos lleven a la fe. Es un círculo.
Formar nuevos líderes sociales
La delegación del Seminario Rabínico Latinoamericano "Marshall T. Meyer", con motivo de la audiencia, presentó al Papa una propuesta de cambio social a través de la formación de líderes, partiendo de una perspectiva espiritual común. Un objetivo que debe alcanzarse en unión con la Santa Sede y a través de centros educativos, centros de espiritualidad y movimientos juveniles. En una entrevista concedida a Vatican News, el rabino argentino Ariel Stofenmacher, rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, subrayó que "la propuesta tiene que ver con la comprensión de las necesidades de este mundo y con la visión que el Papa tiene de esas necesidades, en cuanto a la atención a los pobres y la defensa del medio ambiente". De ahí la necesidad de convertirse en "agentes de cambio a través de la educación" para afrontar con decisión "las lacras de la sociedad como la discriminación, la pobreza, la falta de trabajo y la violencia de género".
El Seminario Rabínico Latinoamericano es el principal centro de espiritualidad y educación judía en América Latina. Fue fundada en 1962 en la ciudad de Buenos Aires por el rabino Marshall T. Meyer y tiene sucursales en Montevideo y Santiago de Chile.
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