El Papa bendice a Enzo y Zea, casados desde hace 70 años
por Fabrizio Peloni
"Mis padres han recibido un regalo precioso, están tan entusiasmados y emocionados que no pueden hablar de otra cosa", así describe Afra, la emoción de sus padres, Enzo Bellelli y Zea Daolio, que recibieron la bendición del Papa por su 70 aniversario de boda, está mañana en la Audiencia General.
Enzo y Zea viven en Rio Saliceto, una pequeña ciudad de la provincia italiana de Reggio Emilia, y "todas las noches siguen jugando a las cartas hasta tarde", confiesa Afra. Habla de una complicidad incólume al paso del tiempo y de lo importante que es su entendimiento.
Ambos han vivido y trabajado siempre en la zona de Reggio. Enzo primero como aparcero, luego en una fábrica y de nuevo como albañil. Mientras Zea, en casa, confeccionando ropa. Tienen otra hija, Loretta, dos nietos y nada menos que dos bisnietos.
Al Pontífice, Enzo le confió que, aunque en 70 años uno no pueda llevarse siempre bien, "volvería a casarme con Zea cualquier día". Al final de la Audiencia, participaron también en la "Misa del Peregrino" en la Basílica Vaticana.
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