El Papa en el Día de la Memoria: La fraternidad se construye erradicando el odio
Maria Milvia Morciano - Ciudad del Vaticano
"El exterminio de millones de personas hebreas y de otras religiones no puede ser ni olvidado ni negado. No puede haber fraternidad sin arrancar primero las raíces de odio y de violencia que han alimentado el horror del Holocausto".
Este es el tuit del Papa Francisco en el Día de la Memoria, establecido en 2005 para conmemorar a las víctimas del Holocausto.
En el '45 el descubrimiento del horror
Es el 27 de enero de 1945, a las 8.00 horas, las tropas soviéticas entran en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau y lo liberan. Unos 7.000 prisioneros fueron encontrados por los soldados del Ejército Rojo y entre ellos había muchos niños. Nos hicimos una idea de lo que ocurrió a partir de imágenes tomadas de documentales, fotos, películas. Las miradas vacías en los rostros huesudos de los que habían sobrevivido. Anonadados, agotados por el sufrimiento, el frío y el hambre, incapaces ahora de sentir alegría por la liberación. Cómo olvidar los montones de huesos sin nombre, de los asesinados y de aquellos identificables por un número en la muñeca. Restos humanos y objetos amontonados, ordenadamente dispuestos, como para crear un orden ajeno a la humanidad que se quería cancelar. Borrar el recuerdo de lo que habían sido, arrebatarles su dignidad. "Si esto es un hombre" escribió Primo Levi, pues esto era la Shoah, el intento de eliminar toda dignidad de la persona humana, discriminada a través del odio y el racismo.
Recordar para no olvidar
Ante una evidencia tan abrumadora no se puede fingir que nunca ocurrió; ante tal atrocidad no se puede olvidar, como reiteró de nuevo el Papa en sus saludos durante la Audiencia General del pasado miércoles: "El recuerdo del exterminio de millones de judíos y de personas de otras confesiones no puede ser olvidado ni negado. No puede haber un compromiso constante para construir juntos la fraternidad sin haber disipado antes las raíces del odio y la violencia que alimentaron el horror del Holocausto". Las palabras del Papa casi parecen hacerse eco de la amarga consideración expresada por la senadora Liliana Segre el 23 de enero en Milán, cuando habló del "peligro del olvido" y afirmó que "dentro de unos años habrá una línea en los libros de historia y luego ni eso".
El Papa con Edith Bruck
El Papa Francisco dirigió estas palabras a Edith Bruck, escritora, poeta y ex deportada, con la que se reunió en varias ocasiones: "He venido aquí para agradecerle su testimonio y rendir homenaje al pueblo mártir de la locura del populismo nazi. Y con sinceridad le repito las palabras que pronuncié de corazón en Yad Vashem y que repito ante cada persona que, como usted, ha sufrido tanto a causa de esto: '¡Perdón, Señor, en nombre de la humanidad!'".
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