Brasil: Francisco exhorta a combatir el hambre con acciones concretas
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
Este Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma, se lanza la “Campaña de la Fraternidad 2023” de la Conferencia de Obispos Católicos de Brasil, la CNBB. Para la ocasión, el Papa Francisco recuerda, en un mensaje divulgado este 22 de febrero, el llamado que Dios nos hace a “recorrer un camino de verdadera y sincera conversión, reorientando toda nuestra vida hacia Aquel que ‘tanto amó al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no muera, sino que tenga Vida Eterna’ (Jn 3,16)”.
El Santo Padre escribe que encontramos en la oración, la limosna y el ayuno, vividos más intensamente durante este tiempo, prácticas penitenciales que nos ayudan a colaborar con la acción del Espíritu Santo, autor de nuestra santificación. Y precisamente para animar al pueblo fiel en este camino hacia el encuentro con el Señor, el Pontífice comenta que la campaña de este año “nos propone dirigir nuestra mirada hacia nuestros hermanos y hermanas más necesitados, afectados por la plaga del hambre”.
La alimentación, un derecho inalienable
Retomando sus palabras en el encuentro mundial de los movimientos populares, celebrado en 2014 en el Vaticano, el Obispo de Roma constata que “todavía hoy millones de personas sufren y mueren de hambre. Por otra parte, se desechan toneladas de alimentos. Esto constituye un verdadero escándalo. El hambre es criminal, la alimentación es un derecho inalienable”.
“El mandato de Jesús a sus apóstoles ‘Denles ustedes de comer’ (Mt 14,16), plantea Francisco, se dirige hoy a todos nosotros, sus discípulos, para que compartamos -tengamos mucho o poco- con nuestros hermanos y hermanas que no tienen ni siquiera para saciar su hambre”.
¿Qué espera Francisco de la Campaña de la Fraternidad?
El gran deseo del Papa es que la reflexión sobre el tema del hambre conduzca no solo a acciones concretas para ayudar a los más necesitados en casos de emergencias, sino además cree en todos la conciencia de que compartir los dones que el Señor nos concede en su bondad no puede limitarse a un momento, a una campaña o a alguna acción específica, sino que debe ser una actitud constante de todos nosotros, que nos comprometa con Cristo presente en todos los que padecen hambre.
El Sucesor de Pedro espera, además, que esta conciencia personal resuene en nuestras estructuras parroquiales y diocesanas, pero también que encuentre eco en los órganos de gobierno a nivel federal, estatal y municipal, así como en las demás entidades de la sociedad civil, para que, trabajando todos juntos, puedan erradicar definitivamente el flagelo del hambre de las tierras brasileñas.
“Recordemos -afirma- que ‘quienes padecen la miseria no son distintos a nosotros. Tienen nuestra misma carne y sangre. Merecen, pues, que una mano amiga los socorra y favorezca, de manera que nadie quede rezagado y en nuestro mundo la fraternidad tome carta de ciudadanía’ (Mensaje para la Jornada Mundial de la Alimentación, 16/10/2018, n. 7).
Bergoglio encomienda todos estos deseos al cuidado de Nuestra Señora de Aparecida, Patrona de Brasil, y como prenda de abundantes gracias celestiales que ayudarán a las iniciativas nacidas de la Campaña de la Fraternidad, imparte complacido la Bendición Apostólica a todos los hijos e hijas de la querida nación brasileña, especialmente a los que se esfuerzan incansablemente para que nadie pase hambre, pidiéndoles, al mismo tiempo, que no se olviden de rezar por él.
Sobre la Campaña de la Fraternidad
Ya van 60 años, desde 1964, que la CNBB propone a la Iglesia y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad esta Campaña de la Fraternidad. Expresión de comunión, conversión y compartir, según el Episcopado brasileño, despierta el espíritu cristiano y comunitario en la búsqueda del bien común, educa para la vida en la fraternidad y renueva la conciencia de la responsabilidad de todos en la acción evangelizadora, con vistas a una sociedad de hermanos.
La Colecta Nacional de Solidaridad, un gesto concreto de la Campaña, tiene lugar en todas las comunidades del país el Domingo de Ramos. En 2023, será realizada el 2 de abril. Del total recaudado, las diócesis envían el 40% al Fondo Nacional de Solidaridad (FNS), administrado por la CNBB, responsable de proyectos sociales en todo Brasil. La otra parte, el 60%, se queda en las diócesis para atender proyectos locales, a través de los respectivos Fondos Diocesanos de Solidaridad (FDS).
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