El cardenal Zuppi en Moscú el 28 y 29 de junio para buscar vías "para una justa paz"
Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano
El cardenal Matteo Maria Zuppi llegará los días 28 y 29 de junio a Rusia, donde el pasado sábado 24 de junio se produjeron tensiones que hicieron temer una guerra civil. El cardenal, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, es, como se sabe, la persona designada por el Papa para llevar a cabo una misión destinada a encontrar posibles vías de diálogo que abran el camino a la conclusión del conflicto en Ucrania. Y fue precisamente en Ucrania, en la capital, Kiev, donde tuvo lugar la primera etapa de la misión de Zuppi, los días 5 y 6 de junio, en la que el cardenal se reunió también con el Presidente Volodymir Zelensky.
Alentar gestos de humanidad
La segunda etapa, como estaba previsto en el anuncio del 20 de mayo del nombramiento del cardenal, era Rusia, Moscú. El presidente de los obispos italianos, ya en el pasado mediador para los acuerdos de Mozambique con la Comunidad de Sant'Egidio, irá por tanto allí mañana y pasado mañana, según informa la Santa Sede en un comunicado. En el viaje, Zuppi estará acompañado por un funcionario de la Secretaría de Estado, informa la nota, que subraya que "el objetivo principal de la iniciativa es alentar gestos de humanidad, que puedan contribuir a favorecer una solución a la trágica situación actual y encontrar vías para alcanzar una paz justa".
El apoyo de la CEI
La misión, observada con "interés y expectación" por el Gobierno ruso, según declaró hace unos días el viceministro de Asuntos Exteriores, Alexander Grushko, cuenta con el pleno apoyo de la Conferencia Episcopal Italiana, que acompaña con sus oraciones el envío de su presidente a Moscú. Así lo afirma en una declaración monseñor Giuseppe Baturi, arzobispo de Cagliari y secretario general de la CEI: "Esperamos que esta nueva iniciativa pueda contribuir al logro de una paz justa". Con las palabras del Papa durante el Acto de Consagración al Corazón Inmaculado de María de Rusia y Ucrania, el 25 de marzo de 2022, los obispos italianos rezan a la Virgen: "Reina de la familia humana, muestra a los pueblos el camino de la fraternidad. Reina de la paz, obtén la paz para el mundo".
En las últimas semanas, el cardenal Zuppi ha sido interrogado varias veces, al margen de los numerosos eventos en los que ha participado, sobre la continuación de su misión como enviado del Papa. Papa "implicado hasta las lágrimas" en el conflicto que se desarrolla desde hace año y medio en Ucrania, dijo en la conferencia de clausura del consejo permanente del CEI. En la Universidad Lumsa de Roma para la presentación de un libro hace quince días, el arzobispo de Bolonia había explicado en cambio que pronto se reuniría con el Papa Francisco (en esos días aún hospitalizado en el Hospital Gemelli por una operación abdominal) para darle detalles sobre la etapa rusa y la de Ucrania.
La etapa del 5 y 6 de junio en Kiev
Durante sus dos días en Kiev, Zuppi mantuvo una serie de reuniones de trabajo, pero también de oración, que le hicieron tocar diversos aspectos de una tragedia que dura ya quince meses. Desde su llegada, el 5 de junio, el cardenal -que partió para "lograr una paz justa y apoyar gestos de humanidad que alivien las tensiones", como afirmaba el comunicado de la Santa Sede en vísperas del viaje- además de reunirse con Zelensky, se había detenido a rezar en Bucha, la ciudad a pocos kilómetros de la capital que fue noticia al comienzo del conflicto por la masacre indiscriminada de civiles, abandonados en las calles o arrojados a fosas comunes. En la capital del "atormentado" país del Este, Zuppi también se había detenido para mantener conversaciones con Dmytro Lubinets, comisario parlamentario ucraniano para los derechos humanos, y con miembros del Consejo de Iglesias y organizaciones religiosas. "Los resultados de estos coloquios", informó una nota vaticana al concluir el viaje, "al igual que los mantenidos con los representantes religiosos, así como la experiencia directa de los atroces sufrimientos del pueblo ucraniano a causa de la guerra en curso, serán puestos en conocimiento del Santo Padre y serán sin duda útiles para evaluar los pasos a seguir tanto a nivel humanitario como en la búsqueda de caminos hacia una paz justa y duradera". El mismo deseo, este último, reiterado en el anuncio del viaje de hoy a Moscú.
"Fomentar un clima que pueda conducir a caminos de paz"
La noticia del encargo conferido a Zuppi había sido dada a conocer por la Oficina de Prensa vaticana el 20 de mayo pasado, como se ha dicho, pero antes -exactamente en el vuelo de regreso del viaje a Hungría- había sido el mismo Papa quien había hablado de una "misión" de paz para Ucrania. Luego, el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, al ser interrogado posteriormente, había dado más detalles sobre la naturaleza de la misión, precisando que no tiene "la mediación como objetivo inmediato", sino el objetivo de " buscar sobre todo favorecer el clima, favorecer un ambiente que pueda conducir a caminos de paz". Los "interlocutores serán Moscú y Kiev por el momento, luego ya veremos", prosiguió Parolin, respondiendo a una pregunta sobre si Washington y Pekín podrían ser también involucrados. En este diálogo, aseguró el Secretario de Estado, "no queremos excluir a nadie".
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí