Francisco telefonea a la mamá de Miguel Ángel, el bebé bautizado en el Hospital Gemelli
Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano
Se habían visto el 31 de marzo, cuando entre lágrimas diluidas por las risas -también conmovidas- de las enfermeras, había bautizado a su pequeño Miguel Ángel. Esta tarde han hablado por teléfono: algunas bromas, un saludo, palabras de afecto para un niño que ha superado una gran prueba. El escenario es siempre el mismo, el Policlínico Gemelli, donde el Papa está ingresado desde el 7 de junio para una laparotomía y una cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis. Desde su piso, en la décima planta, Francisco se enteró de que Marcela del Rosario Pariona Bárcena, la madre del niño que conoció en la planta de oncología pediátrica y neurocirugía infantil a finales del pasado mes de marzo, cuando el Papa estuvo hospitalizado por una bronquitis infecciosa, había acudido al hospital durante la tarde con la esperanza de encontrarse con él. El Papa llamó entonces por teléfono a la mujer, una peruana que lleva varios años en Italia con parte de su familia, porque, según informa la Oficina de Prensa del Vaticano, le "impresionó" el afecto que le demostró, hecho visible en un cartel de su pronta recuperación.
Un nuevo encuentro
Un nuevo encuentro "virtual", por tanto, con la joven madre después del de hace tres meses, cuando el Papa -como ya había hecho en la hospitalización de 2021- se presentó en esta zona del hospital que, aunque en la alegría de los colores, las paredes dibujadas y los juguetes, recoge el dolor más profundo: el de los niños y sus cuerpos heridos por la enfermedad, y el de sus padres, que encontraron consuelo por unos momentos en las caricias y bendiciones del Papa.
La historia de Miguel Ángel
Miguel Ángel, afortunadamente, no es un enfermo de cáncer, pero cuando sólo tenía unos días de vida, también él corrió un gran riesgo, el 30 de marzo, debido a una mala caída de la silla del coche que le hizo perder el conocimiento. En una carrera contrarreloj, fue trasladado al hospital -primero al Policlínico Umberto I y luego al Hospital Gemelli- gracias a la ayuda de dos mujeres policías de la Oficina General de Prevención y Rescate Público de la Jefatura de Policía de Roma, que se encontraban en un servicio de proximidad, circulando por Via Palmiro Togliatti, cuando oyeron el claxon de un coche sonar repetidamente y se alarmaron de inmediato. En el coche iba la madre llorando y en un gran estado de agitación, con el bebé inconsciente en brazos, y su marido intentando llegar a urgencias lo antes posible. La policía activó inmediatamente un servicio de relevo que permitió a la madre llegar a urgencias del hospital Umberto I. Sin embargo, el estado de Miguel Ángel era grave, por lo que fue trasladado al hospital Gemelli, los mismos días que el Papa Francisco. Que al día siguiente de su ingreso se reunió con él y le administró el bautismo, mientras estaba en la cuna móvil, rociando agua bendita de un recipiente de enfermería. Luego aconsejó a su madre: "Ya es cristiano. Cuando vayas a la parroquia, di que le ha bautizado el Papa".
El cartel de felicitación
Marcela lo hizo. Y hoy, como se ha dicho, ha expresado su gratitud a Francisco con un cartel de felicitación en el que ha adjuntado todas las fotos de su 'hermosa' familia, los hijos Massimo Antonio y José Miguel y el resto de la familia en Perú. Junto a ellas también el saludo "recupérate pronto" y una dedicatoria en la que daban las gracias al Papa: "Sólo podemos darte las gracias por bendecir a nuestro hermano y desearte de todo corazón que te mejores, nos gustaría conocerte en persona y pasar una tarde juntos, para que conozcas mejor a nuestra familia, tu familia, porque ya formas parte de nuestra vida".
Palabras de Marcela
"Fuimos porque nos enteramos de que la operación se hizo ayer, y con los chicos dijimos: "Vamos a hacer un cartel, vamos a hacer algo", contó luego Marcela al canal de televisión italiano Tg1. "Yo estaba en el cuarto piso y estaba amamantando a Miguel Ángel cuando vi que sonaba mi teléfono, un número extraño. Contesté y oí una voz: "Marcela, soy Papa Francisco". Me quedé desconcertada porque me hablaba en español. Se me salió el corazón y luego volvió. Le dije: "Hola, Santidad". Me dijo que estaba en el hospital, le pedí verle un día, si era posible pasar una tarde juntos. Me dijo: "Con mucho gusto, sí". La mujer dijo que quería "ver al Papa", junto con sus seres queridos: "Somos una familia humilde, una familia pequeña pero también grande porque somos muchos. Pero sobre todo somos una familia unida".
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