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Encuentro mundial sobre la fraternidad humana Encuentro mundial sobre la fraternidad humana

Fraternidad, palabras del Papa: No nos cansemos de gritar "no a la guerra"

En el Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana, en la Plaza de San Pedro, no faltó la "presencia" del Papa Francisco. Su discurso preparado para la ocasión fue leído por el cardenal Gambetti, vicario del Papa para la Ciudad del Vaticano y presidente de la Fundación Fratelli tutti. " Procuremos que cuanto hemos vivido hoy sea el primer el primer paso de un camino y pueda poner en marcha un proceso de fraternidad ".

Adriana Masotti - Ciudad del Vaticano

"Aunque no puedo recibirlos personalmente, quisiera darles la bienvenida y agradecerles de corazón su presencia". Este es el saludo del Papa Francisco a los participantes en el Encuentro sobre la Fraternidad Humana "Not Alone" que desde las 16 horas de la tarde de este sábado se reunieron en la Plaza de San Pedro para un evento lleno de testimonios, aportaciones artísticas y discursos todos centrados en la fraternidad "como dinámica fundamental de nuestro peregrinaje". El discurso del Papa, preparado para la ocasión y que el Papa Francisco tenía previsto pronunciar en la Plaza antes de su ingreso en el Policlínico Gemelli el pasado miércoles, fue leído por el cardenal Mauro Gambetti.

En el otro el rostro de un hermano

El Papa reitera lo que expresó en su encíclica Fratelli tutti, es decir, la necesidad de ver en cada uno a un hermano, "que tiene dignidad y merece respeto" siempre, no “algo” que se puede usar, explotar o descartar:

En nuestro mundo, desgarrado por la violencia y por la guerra, no son suficientes los retoques y los ajustes: sólo una gran alianza espiritual y social que nazca de los corazones y gire alrededor de la fraternidad puede volver a poner en el centro de las relaciones la sacralidad y la inviolabilidad de la dignidad humana. 

Construir la fraternidad con gestos concretos

La fraternidad, dice Francisco, se pone en práctica a través de gestos concretos que ayudan a construir una "cultura de paz", y todos podemos contribuir a ello. Su invitación, muy concreta, es a preguntarnos, al volver a casa, "qué gesto concreto de fraternidad podemos realizar", gestos de reconciliación, de perdón, de ayuda a los necesitados empezando por la familia y los allegados, o de proclamar palabras de paz en la escuela, en la universidad o en la vida social.

Sintámonos llamados a aplicar el bálsamo de la ternura dentro de las relaciones que se han desgastado, tanto entre las personas como entre los pueblos. No nos cansemos de gritar “no a la guerra”, en el nombre de Dios o en el nombre de cada hombre y cada mujer que aspira a la paz. 

Sentirse hermanos supera todo odio y toda violencia

Me vienen a la mente aquellos versos de Giuseppe Ungaretti que, en plena guerra, sintió la necesidad de hablar de los hermanos como de una «Palabra temblorosa / en la noche / Hoja apenas nacida». 

El Papa Francisco cita los versos de Giuseppe Ungaretti en el poema Fratelli, escrito en 1916 durante la Primera Guerra Mundial, para decir que la fraternidad es un "bien frágil y precioso". Y prosigue:

Evocarlos es recordarle a quien está combatiendo, y también a todos nosotros, que el sentimiento de fraternidad que nos une es más fuerte que el odio y la violencia, de hecho, nos acomuna a todos en el mismo dolor. Es de aquí de donde partimos y volvemos a empezar, desde el significado de “sentirse juntos”, chispa que puede encender de nuevo la luz para detener la noche de los conflictos. 

La persona está en primer lugar

Decirle hermano al otro, dice el Papa, es “emanciparse de la pobreza de creer que estamos en el mundo como hijos únicos”, y “optar por superar la lógica de los socios, que están juntos sólo por el interés”, define Francisco. Esto, sabiendo ir "más allá de los límites de los vínculos de sangre o étnicos, que reconocen sólo lo que es semejante, pero rechazan lo diverso". Ejemplo de ello es la parábola evangélica del samaritano, que más allá de todo sabe mirar las necesidades de la persona encontrada en la calle.

Cuando los hombres y las sociedades eligen la fraternidad también las políticas cambian: la persona vuelve a prevalecer sobre el beneficio; la casa común que todos habitamos, sobre el ambiente que se explota para los propios intereses; el trabajo se paga con el justo salario; la acogida se convierte riqueza; la vida, en esperanza; la justicia se abre a la reparación y el recuerdo del mal causado sana en el encuentro entre las víctimas y los culpables. 

El primer paso en un camino de fraternidad

El Papa Francisco se refiere a la "Declaración sobre la fraternidad humana", elaborada en los encuentros de esta mañana con la contribución de una treintena de Premios Nobel presentes en el Encuentro. Que sea una guía para vivirla y testimoniarla cada día de aquí en adelante, exhorta:

Procuremos que cuanto hemos vivido hoy sea el primer el primer paso de un camino y pueda poner en marcha un proceso de fraternidad: las plazas enlazadas desde varias ciudades del mundo, a las que saludo con gratitud y afecto, dan testimonio de la riqueza de la diversidad y de la posibilidad de ser hermanos incluso cuando no estamos cerca, come me ha ocurrido a mí. Sigan adelante. 

El discurso de Francisco concluye con una imagen, la del abrazo vivido hoy por los participantes de "Not Alone":

Que el abrazo dado y recibido hoy, simbolizado en la plaza en la que están reunidos, se convierta en compromiso de vida. Y en profecía de esperanza. Yo mismo los abrazo y, mientras les reitero mi agradecimiento, de corazón les digo: estoy con ustedes. 

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10 junio 2023, 18:33