El Papa al ANSPI: El lío de los jóvenes es el sonido de sus sueños
Roberta Barbi - Ciudad del Vaticano
Un proyecto "profético" que no debemos cansarnos de llevar adelante con valentía y creatividad, "valentía para seguir adelante y creatividad para renovarlo siempre", porque la Iglesia pero también la sociedad italiana lo necesitan: con estas palabras el Papa Francisco recibió a la delegación de la Asociación Nacional de San Pablo en Italia recibida hoy en el Vaticano con motivo del 60º aniversario de su fundación, en el contexto del Concilio, a instancias de monseñor Battista Belloli, apoyado por el entonces arzobispo Montini, futuro Pablo VI, que da nombre a la asociación.
En un momento en que el mundo está envuelto por las espirales de la violencia, por sentimientos de prevaricación y de odio, no dejen de trabajar por la educación, para apoyar a la familia, para comunicar la belleza de la fraternidad.
La educación integral de la persona en el centro
Recordando cómo las propuestas lúdicas, culturales y artísticas de ANSPI ponen siempre a la persona en el centro, Francisco subrayó la necesidad de "dar importancia a toda la persona, todas sus dimensiones: afectiva, psicológica, espiritual, intelectual y física". A continuación, el Santo Padre citó a San Juan Bosco, para quien era necesario formar "buenos cristianos y honrados ciudadanos", con la conciencia de que la educación no puede proceder por compartimentos estancos.
Eclesial y civil son dos caras de la misma moneda, no puede haber antítesis, porque ambas contribuyen al bien de la persona y de la comunidad.
ANSPI, una realidad para apoyar a las familias
"Para educar a un niño hace falta todo un pueblo". Francisco evocó este antiguo proverbio africano para subrayar la necesidad, más actual que nunca, de crear alianzas "para formar personas maduras" y "reconstruir el tejido de relaciones para una humanidad más fraterna". A continuación, el Papa enumeró las distintas realidades de ANSPI en las que se realiza esta colaboración: la red de oratorios, las actividades de verano, las actividades extraescolares, que gracias a muchos voluntarios constituyen un "laboratorio de acogida y de integración".
Sus realidades son realidades "puente" con las familias, con el territorio, con la comunidad eclesial y con la sociedad. Mantengan las puertas abiertas, pero sobre todo los brazos y los corazones: no es fácil, pero sabemos que el otro es siempre una riqueza, que hay que custodiar y valorar.
Cristianos iluminados por la alegría del Evangelio
Para concluir su discurso, el Papa Francisco tomó prestadas las palabras de San Felipe Neri, a quien le gustaba repetir: "Estén alegres, estén alegres". "La alegría es la mejor medicina. Cuando una persona pierde esa capacidad de alegría hay algo malo dentro", dijo el Papa, señalando que "los cristianos no pueden estar tristes" porque "el Evangelio es alegría, esperanza, luz, anuncio de salvación". A esto el Santo Padre unió "la experiencia de la gratuidad", del don, del darse que es testimonio de la alegría, a veces ruidosa, de los hijos de Dios.
El lío de los jóvenes es el sonido de sus sueños, de su entusiasmo, de su deseo de ser protagonistas y de cambiar el mundo, de su capacidad de transformar en música las notas desafinadas de este tiempo.
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