Francisco: El primer deber de un cristiano es la oración
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
Francisco agradeció la visita de los integrantes de la Red Mundial de Oración del Papa, que tuvo lugar el viernes 26 de enero por la mañana. “Valoro este trabajo de ustedes, que es un trabajo eclesial y que nació en el seno de la Compañía de Jesús”, expresó el Pontífice en su breve saludo en español.
“En el trabajo apostólico de un fiel, de un diácono, de un sacerdote, de un consagrado, una consagrada, de un obispo, si se lleva bien adelante se siente fuertemente la necesidad de la oración, la intercesión”, añadió.
“Con aquello de que la ‘acción’ solamente, aunque sea apostólica, sin oración, es una cosa empresarial. Lo que le da sentido al apostolado es la oración”.
El Obispo de Roma reconoció que le impresiona mucho “siempre lo que Pedro les dice a los apóstoles… no es porque inventaron los diáconos ¿no? Les dice: ‘Y a nosotros’ – o sea a los obispos – ‘la oración y el anuncio de la Palabra’”.
“El primer deber de un obispo es orar. El primer deber de un cristiano es orar, la oración. De lo contrario corremos el riesgo de convertirnos en una institución puramente natural, mundana o un trabajo de tipo político”.
El Sucesor de Pedro manifestó su gratitud “por lo que hacen para sostener esta mística de oración en la Iglesia, en todos los laicos, y también en las personas consagradas u ordenadas. Así que muchas gracias por lo que hacen”.
Sobre la Red Mundial de Oración del Papa
Es una Obra Pontificia, “que tiene como misión movilizar a los católicos por la oración y la acción, ante los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia”, según se presenta en su sitio web. Estos retos se presentan en formas de intenciones de oración confiados por el Papa a toda la Iglesia que se publican mensualmente en videos producidos por la Red en colaboración con otras instituciones ("El Video del Papa").
Fue fundada en 1844 como Apostolado de la Oración, está presente en 89 países. En diciembre de 2020 Francisco constituyó esta obra pontificia como fundación vaticana y aprobó sus nuevos estatutos.
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