Francisco recuerda el abrazo entre Pablo VI y Atenágoras
Francesca Sabatinelli – Ciudad del Vaticano
En sus saludos posteriores al rezo del Ángelus, el Santo Padre Francisco evocó la imagen de aquel encuentro que abrió un nuevo capítulo de la historia en el camino del ecumenismo para invocar la fraternidad entre los pueblos hoy, donde el odio y las armas destruyen vidas en demasiadas partes del planeta.
Hace sesenta años, en estos mismos días, el Papa San Pablo VI y el Patriarca Ecuménico Atenágoras se reunieron en Jerusalén, rompiendo un muro de incomunicación que había mantenido separados a católicos y ortodoxos durante siglos.
Aprendamos del abrazo de esos dos Grandes de la Iglesia en el camino hacia la unidad de los cristianos, rezando juntos, caminando juntos, trabajando juntos.
Y pensando en ese gesto histórico de fraternidad realizado en Jerusalén, recemos por la paz, por la paz en Oriente Medio, en Palestina, en Israel, en Ucrania, en el mundo entero.
Cercanía a Irán
El Papa también se refirió a la terrible violencia que sacudió Irán el pasado 3 de enero, las explosiones en la ciudad de Kermán que dejaron más de un centenar de muertos.
Expreso mis condolencias al pueblo iraní, en particular a las familias de las numerosas víctimas del atentado terrorista de Kermán, a los numerosos heridos y a todos los afectados por este gran dolor.
Jornada de la Infancia Misionera
El Santo Padre concluyó recordando que la Jornada de la Infancia Misionera se celebra también el día la Epifanía, y dirigió su saludo a todos aquellos "niños y jóvenes misioneros de todo el mundo", agradeciéndoles sobre todo "su compromiso en la oración y en el apoyo concreto al anuncio del Evangelio y, en particular, a la promoción de la infancia en tierras de misión".
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