Pesar del Papa por las víctimas de los derrumbes en Colombia

Vatican News

“Profundamente apenado” por el desastre natural que ha afectado la región de Chocó en Colombia y ha provocado numerosas víctimas y daños materiales. Este es el sentimiento del Papa Francisco tras conocer la noticia de los derrumbes ocurridos el viernes en una carretera cerca de la localidad de El Carmen de Atrato, en el departamento del Chocó (oeste), que han dejado al menos 36 muertos y 7personas desaparecidas.

Dirigido a Monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, administrador apostólico de la diócesis de Quibdó, en el telegrama a firma del cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin, el Santo Padre ofrece sus “fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos”. El Pontífice también ofrece sus oraciones al Señor para que conceda “consuelo a los deudos y a cuantos sufren en estos momentos de dolor e incerteza”. Del mismo modo, el Papa invoca sostén para quienes están comprometidos con la búsqueda de los desaparecidos.

“El Papa Francisco, mientras pide a la Santísima Virgen María que interceda ante su Hijo Jesucristo por todos los afectados por esta catástrofe, les imparte con afecto la confortadora bendición apostólica, como signo de su cercanía espiritual”, concluye la misiva del Santo padre

Decretado desastre natural

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, declaró de desastre natural los derrumbes ocurridos en la localidad del Departamento del Chocó, de manera que se agilice la transferencia de recursos a la región. En declaraciones tras sobrevolar la zona, ayer, el presidente Petro aseguró que va a trasladar unos 128 millones de dólares de la Agencia Nacional de Infraestructuras y a la entidad que se encarga de las carreteras, el Instituto Nacional de Vías.

El alud sepultó a varios vehículos que estaban detenidos, al parecer por un derrumbe de una montaña que bloqueó previamente la carretera entre Medellín y Quibdó, la capital del Chocó. Sin embargo, el alto número de víctimas se produjo en una casa, donde cerca de un centenar de personas se resguardaban en espera de que mejorara del mal tiempo y retomar el viaje en seguridad.