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Audiencia del Papa a una Delegación de la diócesis de Belluno-Feltre en el 60 aniversario de la catástrofe de Vajont Audiencia del Papa a una Delegación de la diócesis de Belluno-Feltre en el 60 aniversario de la catástrofe de Vajont  (VATICAN MEDIA Divisione Foto)

Vajont, el Papa: La casa común se desmorona, hay que protegerla sin explotarla

En el 60 aniversario de la tragedia que causó la destrucción de pueblos enteros y más de 1.900 víctimas en la provincia de Pordenone, Francisco ha mantenido un encuentro con la Asociación que conserva la memoria de la catástrofe, junto con las autoridades civiles y religiosas locales: la codicia es "un delirio de ganancia y posesión" que destruye, debe prevalecer la lógica del hombre y del medio ambiente

Adriana Masotti - Ciudad del Vaticano

"Artífices y testigos de semillas de resurrección": el Papa saluda con gratitud a los miembros de la Asociación "Vajont - el futuro de la memoria" - acompañados por el obispo de la diócesis de Belluno-Feltre, monseñor Renato Marangoni, y por el presidente de la Provincia de Belluno, Roberto Padrin -, en peregrinación a la tumba de San Pedro sesenta años después de la tragedia que el 9 de octubre de 1963 arrasó en pocos instantes ciudades enteras causando la muerte de 1.910 personas. En el encuentro, Francisco reiteró su pensamiento: el respeto al medio ambiente no es simplemente un factor ecológico, sino que tiene que ver con la vida humana, y advirtió: anteponer el afán de lucro a todo trae dolor y destrucción. 

Una ola de esperanza hecha de memoria y reconstrucción

Ustedes representan "una ola de esperanza", afirmó el Papa dirigiéndose a la delegación, recordando aquel dramático acontecimiento de hace 60 años, porque a esa ola de destrucción "respondieron con el coraje de la memoria y la reconstrucción".

Pienso en todas las gotas silenciosas que formaron esta gran ola de bien: los salvadores, los reconstructores, los muchos que no se dejaron aprisionar por el dolor, sino que supieron recomenzar. Ustedes son los creadores y los testigos de estas semillas de resurrección que quizá no sean noticia, pero que son preciosas a los ojos de Dios, el "especialista en recomenzar".

La codicia destruye y provoca desesperación

Francisco subrayó a continuación el paso de un dolor "incalculable e inenarrable" al compromiso por el renacimiento vivido, según la índole de la gente del lugar, "sin muchas palabras, pero con gran compromiso y concreción, arremangándose". A continuación, subrayó cómo la tragedia de Vajont no fue causada por errores en el diseño de la presa, sino por haber querido construir un embalse donde no se debía, por haber antepuesto "la lógica del beneficio al cuidado del hombre y del medio ambiente". La codicia, observó, fue la causa de la desesperación; la fraternidad, en cambio, construye y da esperanza. El Papa afirmó: 

No me canso de repetir que el cuidado de la creación no es simplemente un factor ecológico, sino una cuestión antropológica: tiene que ver con la vida humana, tal como el Creador la concibió y dispuso, y concierne al futuro de todos, de la sociedad global en la que estamos inmersos. Y ustedes, ante la tragedia que puede suponer la explotación del medio ambiente, dan testimonio de la necesidad de cuidar la creación.

El Cántico de las Criaturas de San Francisco

Creerse omnipotentes, continuó Francisco, "es un gran engaño", que aún hoy corre el riesgo de desmoronar la casa común que, por el contrario, requiere respeto y cuidado. Y su pensamiento se volvió hacia San Francisco y su Cántico de las criaturas, escrito hace 800 años, que llama hermano y hermana a cada elemento de la naturaleza: el sol, las estrellas, el viento y el fuego. Y el agua, que el santo llama "utile et humble et pretiosa et casta". 

Útil y humilde, pero que se ha vuelto tremenda y destructiva en el caso de Vajont, o inaccesible para tantos que hoy en el mundo sufren sed o no tienen agua potable. Necesitamos la mirada contemplativa y respetuosa de San Francisco para reconocer la belleza de la creación y saber dar a las cosas su justo orden, dejar de devastar el medio ambiente con lógicas mortíferas de codicia y colaborar fraternalmente en el desarrollo de la vida.

Su presencia y su compromiso, concluyó el Papa, expresando todavía gratitud y admiración, testimonian precisamente que la vida puede resurgir "precisamente allí, donde todo había sido tragado por la muerte".

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19 enero 2024, 12:50