En Venecia los fieles esperan la llegada del Papa Francisco
Alvise Sperandio – Venecia
Hay gran expectación por la visita de Francisco a Venecia mañana domingo 28 de abril. Habrá diez mil fieles presentes en la misa solemne celebrada al aire libre en la Plaza de San Marcos, una de las más bellas del mundo, con vistas a la Basílica y al campanario.
Entre los participantes estará Anna Bessegato, de Mestre, 34 años, educadora de profesión, de la parroquia de Santa María Goretti, futura madre, en su séptimo mes, del segundo hijo de ella y su marido Marco Margiotta.
"Sé que puede ser un reto para mí, desplazarme embarazada en medio de tanta gente", explica. "Pero desde que supe que el Papa venía a Venecia, pensé que sería una oportunidad única e irrepetible de estar en la misa. Iremos en familia para un momento de consagración".
Palabras del Papa para todos los jóvenes
Habrá un encuentro propio con los jóvenes. Serán mil seiscientos procedentes de todo el nordeste que dialogarán con el Papa sobre los temas de la esperanza, la paz, el presente y el futuro, el propio y el del mundo. Así lo señala Chiara Favaretto, de 22 años, de Carpenedo, estudiante universitaria en Ca' Foscari:
"Francisco encarna el amor de Dios y nos dice que cada uno de nosotros es amado por Dios. Será maravilloso acompañar al Papa a lo largo del puente de pontones entre La Salute y San Marco”.
Esperamos que nos anime en nuestro servicio
Tiziano Scatto, diácono del primer grupo ordenado en la diócesis en 1986 y secretario de la comunidad diaconal, dice en cambio:
"El encuentro con el Papa es un gran don del Señor y de su infinita misericordia. Esperamos de Él que nos confirme en la fe y nos anime a continuar en la obra de testimonio con el servicio al que todos estamos llamados, ante todo como bautizados”.
La historia de Jano, discapacitado por accidente
Acompañado por su hermana, Jano Paja, de 19 años y origen albanés, ocupará su lugar en la sección reservada a discapacitados y enfermos. Fue víctima de un grave accidente el 22 de junio del año pasado, tras zambullirse en una piscina equivocada, a consecuencia del cual quedó tetrapléjico: tras estar a punto de morir y casi un año en el hospital, sometido a tratamiento y rehabilitación, regresó a casa hace quince días y estará en Venecia gracias al interés de su párroco, el padre Sandro Manfrè, en el barrio de Cipressina.
"Estoy intentando poco a poco volver a la vida – dice junto a su tía Linda – y estar allí para esta hermosa ocasión también tiene un significado simbólico. Nos preocupamos mucho. Ahora estoy mejor y miramos hacia adelante con confianza. En mi nuevo estado tengo muchas dificultades en casa, que está en la tercera planta de un viejo bloque de pisos sin ascensor, con un cuarto de baño demasiado pequeño. Rezaremos también por ello: para encontrar una solución a estos inconvenientes. Gracias a quienes puedan echarnos una mano”.
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