Muertos y heridos en un atentado en Sídney, Francisco: tragedia sin sentido
Tiziana Campisi - Ciudad del Vaticano
Con "profunda tristeza" el Papa Francisco se ha enterado de la noticia del violento atentado que ha tenido lugar hoy en un centro comercial de Sídney (Australia), donde seis personas han muerto apuñaladas por un hombre, que después ha sido abatido por una policía que se enfrentó a él con un arma de fuego. En un telegrama firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y dirigido al arzobispo de Sídney, monseñor Anthony Fisher, el Papa asegura su "cercanía espiritual a todos los afectados por esta tragedia sin sentido" y dirige un pensamiento especial a quienes "lloran la pérdida de un ser querido". Francisco también "asegura sus oraciones por los fallecidos, los heridos y los socorristas" e invoca la bendición de Dios sobre la nación, para que sea "de consuelo y fortaleza".
Las víctimas de la masacre
La policía local declaró a los medios de comunicación australianos que las víctimas del centro comercial Westfield de Bondi Junction son un hombre y cinco mujeres, entre ellas la madre de un bebé de nueve meses que resultó herida y fue trasladada en estado grave al hospital, donde posteriormente fue operada. El autor del ataque fue un hombre de 40 años conocido por la policía que está a la espera de la identificación formal. La policía cree que el acto no estuvo impulsado por un motivo ideológico y que no se trató de un incidente terrorista, aunque se seguirá investigando el caso.
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