El Papa recibió a sacerdotes alemanes víctimas de abusos

Mario Galgano - Ciudad del Vaticano

Liudger Gottschlich es sacerdote en la archidiócesis de Paderborn. A los once años sufrió abusos por parte de un sacerdote. Lleva más de 30 años trabajando como capellán para personas afectadas por abusos. A lo largo de los años, ha conocido a muchas personas que han sido víctimas de abusos, sobre todo dentro de la Iglesia.

La reunión de la mañana del martes 25 de junio en la residencia de Santa Marta, la casa del Papa en el Vaticano, se desarrolló en una "atmósfera especial": "Como sacerdotes que hemos sufrido abusos, nos encontramos en una situación difícil en la Iglesia. Lo ideal sería que fuéramos invisibles, porque estamos constantemente recordando esta cuestión a quienes nos rodean. En Alemania, decenas de miles de personas abandonan la Iglesia a causa de este problema. Y estamos constantemente recordando a la gente que este asunto no se ha resuelto", explica el padre Liudger Gottschlich en una entrevista a Radio Vaticano.

En general, estos sacerdotes no suelen recibir mucho apoyo o respaldo de la Iglesia, "sino más bien el deseo de que seamos invisibles", prosigue el clérigo, antes de añadir: "Esto es también lo que cuentan los cohermanos con los que nos hemos reunido aquí. El encuentro con el Papa ha sido diferente. Ha sido otra excepción. Hemos entrado en su despacho privado. Ha sido una conversación muy íntima, muy familiar. Lo encontramos muy interesado, muy abierto, pero también muy alentador y fortificante. Esto es algo que no ocurre en todas partes en nuestras diócesis a través de los superiores. Hoy ha sido una excepción especial".

El aliento del Papa

De regreso a Alemania, el sacerdote recuerda los ánimos del Papa para llevar a cabo estas misiones: "Uno es trabajar con las personas afectadas. El Papa nos animó mucho a utilizar nuestras propias heridas para el trabajo pastoral y a intentar, en la medida de lo posible, actuar de forma sanadora. Nos ha animado mucho en este sentido. Al mismo tiempo, este encuentro también ha demostrado una vez más que es necesario no enmudecer, no dejarnos amordazar de nuevo, sino mantener viva esta cuestión en la Iglesia".

A menudo se dice que la mayoría de los abusos se producen en el seno de las familias y que la Iglesia sólo representa un pequeño porcentaje. Luego están los clubes deportivos y similares. Esta visión es demasiado simplista para el sacerdote alemán: "Porque si pienso teológicamente, es erróneo. La Iglesia son todos los bautizados, y los que abusaron también eran todos bautizados. Por eso la cuestión de los abusos en la Iglesia es mucho más amplia, y no podemos dividirla simplemente entre familias y otras partes de la sociedad. Tenemos que asumir esta responsabilidad como Iglesia por las muchas personas implicadas". Esto es también lo que se lleva de la conversación con Francisco como estímulo.

Una petición para todos

Para concluir, el padre Gottschlich también tiene un consejo para todos los fieles: "No tengáis miedo de acercaros a los afectados por abusos. Creo que ése es el mayor problema: cuando la gente se abre y dice que ha sufrido abusos, se desencadenan temores. ¿Cómo afrontarlo? ¿Qué hacemos al respecto? ¿Volvemos a hacerles daño? Y la consecuencia es que las personas afectadas están muy solas, muy aisladas y se sienten abandonadas. Es este miedo lo que quiero disipar. Acercarme a ellos y preguntarles: "¿Qué necesitas? Y entonces las propias víctimas y afectados dirán lo que se puede hacer. Pero, por favor, superen su miedo".