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El Santo Padre recibió en audiencia a los directivos y empleados de la empresa Terna en la Sala Clementina del Vaticano El Santo Padre recibió en audiencia a los directivos y empleados de la empresa Terna en la Sala Clementina del Vaticano

El Papa: La energía debe ser justa e inclusiva

El Santo Padre recibió en audiencia a los directivos y empleados de la empresa Terna en la Sala Clementina del Vaticano y espera que la energía sea "limpia" no sólo de fuentes fósiles sino, sobre todo, de injusticias, guerras y desigualdades. El llamamiento para los fallecidos en el trabajo en las infraestructuras energéticas: "No los olvidemos y asegurémonos de que no haya más".

Lorena Leonardi – Ciudad del Vaticano

“Se comprometen por un futuro impulsado por energías limpias” y “de hecho hay mucha energía sucia en el planeta”, debido a “demasiadas fuentes fósiles y no renovables; pero también manchados por la injusticia, por las guerras", "sucios por relaciones laborales injustas, por concentraciones de enormes beneficios en unas pocas manos, por ritmos de trabajo insostenibles que contaminan las relaciones corporativas y las almas de las personas". Lo dijo el Papa Francisco esta mañana, 31 de agosto, dirigiéndose a los aproximadamente 200 directivos y empleados de la empresa Terna recibidos en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico. "La buena energía no es sólo una cuestión tecnológica", añadió, "y la producción y el consumo deben ser cada vez más justos e inclusivos".

Nunca más caídos en el trabajo

“Son operadores del bien común, del bien de todos y cada uno”, continuó Francisco, refiriéndose al papel de la empresa como gestora de la red eléctrica, subrayando que “cuando encendemos la luz en casa, no pienso que ese gesto funciona gracias al trabajo de muchas personas, a su inteligencia y competencia, y también a sus sacrificios". Inmediatamente después, un llamamiento sincero: "¡No nos olvidemos de los muertos en el trabajo en las infraestructuras energéticas y asegurémonos de que no haya más!".

Un desafío lleno de responsabilidad

El Pontífice destacó que la inclusión energética representa hoy "un desafío multidimensional", ya que "no se puede ser ciudadano soberano si se sigue siendo sujeto energético". De ahí la invitación a apoyar y fomentar "la expansión de las comunidades energéticas, esas nuevas expresiones de ciudadanía integral y de democracia que, con dificultad, también se están desarrollando en Italia".

“Operan en un sector decisivo para la calidad de vida y para la supervivencia en el planeta, por lo que tienen una gran responsabilidad. Escuchar e intentar responder preguntas es siempre un acto de responsabilidad, incluso cuando todavía no hay respuestas concretas que dar. Y, en los casos que parecen insolubles, debemos aprender el arte de gestionar los conflictos (...) para no dejar que degeneren y exploten; sabiendo que, especialmente en su sector, la solución no está en la prevalencia de un partido sobre otro, sino en la innovación tecnológica y la creatividad. Y me gustaría subrayar que, en la creatividad, para resolver conflictos, hay diálogo: es muy importante el diálogo, poder dialogar”.

Un mayor compromiso ético para todos

Felicitando la presencia de un comité de ética en la empresa, el Papa destacó que "sería importante que cada gran empresa, cada gran banco tuviera un comité de ética, posiblemente con miembros externos independientes de la propiedad y con representantes de los trabajadores" del hecho de que "los efectos producidos por las grandes realidades económicas y financieras van mucho más allá de sus fronteras".

La red como metáfora de lo humano

Luego refiriéndose a la expresión "red eléctrica", como un "sistema complejo, donde todo está conectado, donde la energía puede llegar hasta la última casa en una colina porque detrás de ese último tramo de cable hay todo un sistema que sostiene", el Papa reflexionó: “La red es también una bella metáfora de la cooperación y la reciprocidad humana, de la relación entre la parte y el todo”.

Una infraestructura esencial

El Papa Francisco se centró luego en el papel de la electricidad como infraestructura esencial para el desarrollo de las comunidades, especialmente las más pobres: "Aquellas torres y postes que transportaban la electricidad al campo fueron recibidos con aplausos, como se recibe un gran regalo".

El recuerdo del Santo Padre se dirigió "a las historias de nuestros abuelos que eran agricultores, al día en que apretaron el primer interruptor y de repente todo en la casa se iluminó". Muchos, esa tarde, "dijeron una oración para agradecer por ese 'milagro' que mejoró sus vidas, que permitió a sus hijos estudiar mejor y a todos bañarse con agua caliente".

“Incluso hoy en día, en algunos pueblos de África y Asia, incluso en América Latina, se pueden ver grupos de jóvenes estudiando por las noches bajo las pocas farolas, porque no tienen electricidad en casa. No es casualidad que, durante las guerras, las primeras infraestructuras afectadas en las ciudades sean las eléctricas, porque esto afecta directamente a la vida de las familias y socava la moral de las personas”.

Finalmente, el Papa remarcó que el trabajo es "amor social, fraternidad civil" y que "en producir y distribuir energía" se utiliza "inteligencia", "alma", "corazón": "ustedes ponen (...) su amor". Deberíamos recordarlo más y, por lo tanto, agradecer más".

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31 agosto 2024, 10:50