Carta del Papa a la diócesis de Roma: Sean signos tangibles de esperanza
Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano
Es un gesto «valiente», pero sobre todo «amoroso», el que el Papa pide para el próximo Jubileo 2025 a todas las realidades eclesiales de la diócesis de Roma propietarias de inmuebles que ofrezcan los espacios a su disposición, «especialmente a quienes poseen estructuras receptivas o pisos libres», para acoger a personas en dificultad, con el fin de «frenar la emergencia habitacional» y «generar esperanza» en los miles de habitantes de la Capital que «se encuentran en condiciones precarias de vivienda».
Signos de esperanza para los que viven en la miseria
Francisco exhorta a este acto de caridad en una carta dirigida a sacerdotes, religiosos y clérigos, publicada este 15 de noviembre. Ya en la bula de indicción del Año Santo Spes non Confundit, el Obispo de Roma exhortó a ser «signos tangibles de esperanza para tantos hermanos y hermanas que viven en condiciones de penuria». «Dios ama siempre a través de alguien», subraya en la carta de hoy, citando la inolvidable frase del Beato Padre Pino Puglisi, el sacerdote siciliano asesinado por la mafia que pagó con su vida su atención y dedicación al prójimo.
La caridad en el silencio
En la misiva, el Papa agradece a las numerosas parroquias, comunidades religiosas, asociaciones, movimientos eclesiales y familias esparcidas por el territorio de la Urbe que ya hacen tanto «para transmitir el amor de Dios, a través de gestos concretos de caridad (a menudo en silencio)». «Así, el bien común -subraya Jorge Mario Bergoglio-, en la base del pensamiento social de la Iglesia, resume en sí todas las condiciones que garantizan la dignidad humana, que, como he aclarado repetidamente, se encarna en tres derechos inviolables: la tierra, la casa y el trabajo».
Formas de protección para las personas sin hogar o en riesgo de perderlo
De cara al Jubileo, pues, el Papa Francisco pide a su diócesis que «dé un signo tangible de atención a los problemas de la vivienda» para que, «junto a la acogida que se dará a todos los peregrinos que vendrán, se activen formas de protección para quienes no tienen casa o corren el riesgo de perderla».
«En esta perspectiva», reza la carta, «deseo que todas las realidades diocesanas propietarias de inmuebles ofrezcan su contribución para frenar la emergencia habitacional con signos de caridad y solidaridad para generar esperanza en las miles de personas de la ciudad de Roma que se encuentran en situación de precariedad habitacional».
Colaboración con las instituciones y la sociedad
Instituciones y administraciones de diversos niveles, junto con asociaciones y movimientos populares, se están organizando para «reforzar la respuesta de acogida y solidaridad hacia estos hermanos y hermanas, trabajando en colaboración entre instituciones y sociedad civil», explicó el Pontífice. La «Iglesia también está llamada a contribuir».
Las instituciones y los servicios sociales seguirán a las personas a acoger, mientras que las asociaciones y los movimientos populares proporcionarán servicios personales, cuidados y bienes relacionales para «hacer digna la acogida» y «construir la fraternidad».
Gracias por su generosidad
Quienes estén dispuestos a responder al llamamiento pueden dirigirse al Vicario General de la diócesis de Roma, el cardenal Baldassare Reina, escribe el Papa. Quien agradece de antemano la «generosidad» y «todo lo que ya estáis haciendo para transmitir el amor de Dios y generar esperanza en la vida de todos y, en particular, de los más necesitados».
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