El Papa a los jainistas: Construyan la solidaridad y la paz respetando las diferencias
Vatican News
“Cooperar por un futuro mejor, tocando temas de diversidad e inclusión”, buscando «juntos» modalidades para cuidar «la tierra, los pobres y los más frágiles de la sociedad». Por este compromiso en particular, el Papa Francisco agradeció a la delegación internacional jainista recibida en audiencia esta mañana, 25 de noviembre, en la Sala de los Papas.
“Me alegra mucho que su visita se inscriba en el creciente diálogo entre jainistas y cristianos, que se desarrolla desde hace décadas, promovido por el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso”, dijo el Papa dando la bienvenida a unos 40 miembros de distintas partes del mundo coordinados por el Instituto de Jainismo de Londres.
Difundir el amor, respetando las diferencias
“Toda persona de buena voluntad puede difundir el amor, dedicarse a los necesitados respetando las diferencias. Es este estilo – subrayó – el que siempre nos da nuevas energías para cuidar unos de otros y de la casa común”.
Los tiempos que vivimos exigen iniciativas que deben llevarse a cabo «con seriedad, compromiso y corresponsabilidad».
Gran parte de los problemas que aquejan a la sociedad actual se deben al individualismo y la indiferencia, que llevan a muchas personas a despreciar la dignidad y los derechos de los demás, sobre todo en contextos multiculturales.
No tener miedo de sembrar esperanza
Ante este panorama, el Obispo de Roma recordó que, por un lado, hay grupos dominantes que «excluyen a las minorías, permaneciendo sordos al grito de la tierra y al grito de los pobres»; por el otro, hay quienes se proponen «construir la amistad social, la solidaridad y una paz duradera». Aunque estos esfuerzos constructivos se vean a menudo «obstaculizados y bloqueados», Francisco invitó a no desanimarse, ni tener «miedo de sembrar esperanza» a través de iniciativas que cultiven el «sentido de humanidad en nosotros creyentes y en todos».
Este compromiso constante se basa en el hecho de que «Dios creó a todos los seres humanos iguales en derechos, deberes y dignidad, y los llamó a vivir juntos como hermanos y hermanas. Fraternidad universal que nunca debemos olvidar.
A la luz de estos elementos, los encuentros interreligiosos «contribuyen a reforzar la voluntad común de trabajar juntos para construir un mundo mejor», concluyó el Papa, deseando un diálogo «sereno y fructífero».
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