#Podcast “La guadalupana en Italia”: La imagen donada a Benedicto XIV

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“Nada semejante con otra nación”

A solicitud del arzobispo de la Nueva España, Manuel Rubio Salinas, su pintor de Cámara, Miguel Cabrera, realizaría en 1752 una copia fidelísima de la imagen de la Virgen de Guadalupe plasmada en la tilma del natural Juan Diego.

Originalmente el artista plástico más sobresaliente de su tiempo realizaría cuatro copias, una de las cuales sería obsequiada al Papa Benedicto XIV en afán de apuntalar una petición para consagrar a la advocación mestiza de la Virgen María como patrona de la Nueva España. Otra se entregaría al rey de España, Fernando VI. Las otras dos permanecieron en el arzobispado.

El responsable de llevar las obras sería el procurador de los jesuitas en la Nueva España, Juan Francisco López. De acuerdo a los testigos del acto en la Sala Pontificia, el Santo Padre, a la vista de la imagen milagrosa, recitaría un fragmento del Salmo 147: “Nunca se ha hecho nada igual con ninguna Nación”.

En 1757, tres años después de recibir la pintura, el Papa la donaría a la Orden de la Visitación de María. A su mudanza a un nuevo domicilio, las religiosas la colocarían en la capilla anexa al Monasterio.

El conjunto lo enmarca una leyenda: “Altar Privilegiatum”. Además, en la sacristía se conservan otras pinturas alusivas a las apariciones de la Virgen de Guadalupe.

La capilla del Monasterio de la Visitación en Roma, ubicada en Vía Galla Placida 63, se abre los domingos para la devoción de los fieles.