La Interactividad late con fuerza en la Reunión Presinodal
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
“Acompañamiento, escucha y cercanía”, son las palabras que más resuenan durante los coloquios y trabajos que se están llevando a cabo en la Reunión Presinodal de Roma, del 19 al 24 de marzo y que ha reunido a unos 300 jóvenes de los cinco continentes, a los que se suman unos 15.000 más que a través de las Redes Sociales están enviando sus propuestas y desafíos.
Unas aportaciones que se incluirán en el documento conclusivo y serán de gran valor de cara al próximo Sínodo de los Obispos, en programa para octubre de 2018.
Buscar la unidad dejando a un lado las diferencias
El jueves 22 de marzo concluyó la primera parte de la elaboración de este documento forjado poco a poco durante las sesiones realizadas por los diferentes grupos de trabajo divididos lingüísticamente.
En este contexto y al finalizar la jornada de hoy, Jesús de Ecuador y Kevin de Colombia, compartieron sus impresiones en las que destaca la enorme riqueza espiritual que brota del diálogo entre los jóvenes, centrado siempre “en los puntos que tienen en común”, dejando a un lado las diferencias que en teoría podrían separarlos para "disfrutar de este ambiente presinodal tan especial”.
El desafío de la juventud: Brillar con luz propia
Y también a través de las Redes Sociales, concretamente en la cuenta oficial de Instagram Synod 2018, nos llega desde Colombia el testimonio de Johana Velasquez y César Augusto López, dos jóvenes que presentan algunos de los nuevos desafíos a los que se enfrenta la juventud de nuestros tiempos.
“Ser auténticos, dejar las máscaras a un lado; escuchar al otro, entender qué pasa por su corazón, recuperar los valores de la familia y descubrir la propia identidad para brillar con luz propia, sin olvidar hacer un buen uso de las Redes Sociales para comunicar y evangelizar”.
La armonía de los tres lenguajes que propone el Papa
Y todos estos desafíos deben ir encaminados hacia la búsqueda de la armonía de tres lenguajes que propone el Papa Francisco a los jóvenes, y que el Pontífice reiteró durante su discurso de apertura de la reunión presinodal en el Pontificio Colegio Internacional Maria Mater Ecclesiae: el lenguaje de la cabeza, el del corazón y el de las manos.
"Primero, el lenguaje de la cabeza, o sea aprender a pensar bien. No sólo pensar cosas. Saber cosas. Eso es importante. Pero además, pensar y progresar con el pensamiento. Libertad de pensamiento. Buscar con el pensamiento. A eso yo llamo pensar bien", dijo el Papa.
"Segundo, el lenguaje del corazón. Aprender a sentir bien. Y tercero, el lenguaje de las manos: hacer. Porque también es herencia que recibimos de Dios, ser artesanos y creadores"; concluyó Francisco haciendo hincapié en la importancia de buscar la armonía de estos tres lenguajes, "a tal punto que yo piense lo que siento y lo que haga. Sienta lo que pienso y lo que hago y haga lo que siento y lo que pienso".
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí