Card. Farrell: "La Pastoral familiar debe reflejar siempre el amor de Dios"
José Villanueva – Ciudad del Vaticano
Con motivo de la celebración del XXIII Encuentro Nacional Familiar promovido por la Comisión para los Laicos y la Vida Consagrada organizado por la Conferencia Episcopal de Guatemala y las secciones de Familia, Juventud y Movimiento y Nuevas comunidades de estados laicos.
El Cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida emite un mensaje alentador a todos los laicos interesados en la participación de este evento para la renovación pastoral familiar.
“Todos apreciamos que tanto las familias como las parroquias son grupos que aun siendo en cierto modo homogéneos por la íntima relación de sus miembros, son al mismo tiempo heterogéneos, ya que las personas que los conforman tienen sus propias necesidades emocionales, una edad concreta, un nivel de madurez distinto, un estatus en la vida y de relación con Dios y con los demás”, dice el Purpurado.
Tener presente la Amoris Laetitia
En ese sentido, el Cardenal Farrell recuerda que la encíclica del Papa Francisco Amoris Laetitia, invita a todos los cristianos andar en la búsqueda de una verdadera personalización de la pastoral, donde se pueda discernir y servir.
“Nuestros esfuerzos pastorales no deben por tanto orientarse según ideales teológicos abstractos que están lejanos de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias reales, sino teniendo en cuenta lo que cada miembro de la familia experimenta en su particular entorno doméstico”.
Caminar siempre en el Amor
El Purpurado invita a todos los participantes del XXIII Encuentro de Pastoral Familiar, a que lleven el mensaje del Evangelio a todas las personas en todos los ámbitos de su vida, en todas las edades y en todos los niveles de espiritualidad y madurez emocional en referencia a la relación con Dios y con las personas.
“Están llamados a ayudar a que las personas realicen esta peregrinación de amor, como miembros del Pueblo de Dios. Es ahí donde el Señor nos llama y donde se va revelando a la persona en la medida que ésta es capaz de entenderlo y recibir la palabra de Dios y su gracia”.
Reflexión sobre la vida matrimonial
Por último, el Prefecto para los Laicos, Familia y Vida, resalta a los participantes de este Congreso, a que aborden de manera especial los temas de la vida conyugal y vida matrimonial, ya que el mismo Jesucristo está presente y se refleja en el amor sacrificial que los padres tienen para con sus hijos.
“Las parejas son conscientes de que la alegría y el amor crecen al servirse los unos a los otros, al pedir perdón, en el diálogo y en el amor sacrificial en tener el bien de sus hijos en el corazón, entonces es posible que la gracia indisoluble del Sacramento opere y se manifieste en cada nueva situación que afronten los esposos”, finaliza.
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