Card. Becciu: Demostremos nuestra fe como Mariano Mullerat
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
“Momentos antes de su muerte, animó a otros a perdonar a sus perseguidores y rezó”. Esta es una de las escenas que ejemplifica el Cardenal Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, para describir al español Mariano Mullerat y Soldevila, laico y padre de familia, asesinado por odio a la fe en 1936, durante la Guerra Civil Española, y quien será beatificado el sábado 23 de marzo en la Catedral de Tarragona, tratándose además de la primera celebración de beatificación que acoge esta catedral.
Médico comprometido con los pobres
Durante una entrevista realizada por Roberta Barbi de Vatican News, el prelado asegura que descubrir la figura del doctor Mariano Mullerat y Soldevila es “realmente interesante y edificante”, pues fue un hombre que como médico se distinguió por su religiosidad y por su dedicación a los demás: “imagínese que no quería recibir nada de los pobres, ¡los trató de forma gratuita!” – dice el Card. Becciu, puntualizando – “luego se convirtió en alcalde porque la gente comenzó a estimarlo, a amarlo y a ver toda su dedicación a los ciudadanos”. El Prefecto además, lo describe como un “cristiano moderno”, pues se involucró como doctor y “demostró todo su amor por los enfermos” y luego, como político, “encarnó la idea de que un cristiano debe ponerse al servicio de la gente, incluso en la política”.
Laico coherente y convencido
Hablando acerca de su vida, el Card. Becciu explica que en 1936, con el estallido de la guerra civil, fue encarcelado junto con otros cinco, seguramente por su pertenencia a otro partido político, pero lo que surge de este hombre “es su fe”, “es su religiosidad”; “vivió como un laico coherente y convencido” subraya.
Hombre fiel a Dios
De su vida vemos que fue animado por una “espiritualidad particular” y que fue realmente inspirado y animado “de la lectura de la Palabra de Dios”. También aparece como un hombre “fiel a la Misa, fiel a las prácticas de piedad y fiel a la Adoración del Santísimo Sacramento”; “esto explica – puntualiza el Card. Becciu – su fuerza, su energía y su disponibilidad para los demás”, también “su generosidad y su amor”.
“En casa, si se respira el aire de Dios, de una forma u otra, incluso tus hijos son contagiados”. El prelado explica que el martirio de este hombre provoca que nazca en sus hijas “el deseo de seguir amando a Dios y de difundir amor”.
Ejemplo de testimoniar a Cristo hasta el final
Un detalle que llama la atención de este hombre – dice – fue el momento de su muerte: “en el patíbulo fue llevado junto con otros cinco, pero solo él será beatificado porque los mártires no pueden ser improvisados. Vemos que él había vivido profundamente como cristiano y, ante la muerte, animó a otros a perdonar a sus perseguidores y rezó. Y mientras rezaba, uno de los torturadores lo golpeó en la boca con una azada, como diciendo: "Cállate, queremos matarte porque eres un creyente"”. Esto es – asegura el Cardenal – “el coraje de dar testimonio de Cristo hasta el final, en cualquier lugar, ante cualquier dificultad”. “Nosotros somos cristianos tibios, nos escondemos, buscamos otras escapatorias cuando, en cambio – finaliza – deberíamos enfrentarnos y demostrar nuestra fe”.
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