Santa Sede a la ONU: el terrorismo debe ser condenado y combatido
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
Mons. Auza comenzó sus declaraciones recordando a todas las víctimas del terrorismo, “particularmente, a las víctimas de los recientes ataques contra dos mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda, hermanos y hermanas nuestros que murieron a causa de un acto de violencia sin sentido”.
Una realidad llamada terrorismo
El Observador Permanente de la Santa Sede parte, en su alocución, de la constatación “de que, en el mundo de hoy, el flagelo del terrorismo se ha convertido casi en una amenaza común y corriente”.
“Los terroristas causan un daño indiscriminado, reivindicando entre sus víctimas a los miembros más vulnerables de la familia humana”, afirmó el diplomático.
Por todos sus efectos, afirma el prelado, “el terrorismo debe ser condenado y combatido en todas sus formas y manifestaciones. Se debe negar a los terroristas el acceso a los medios que facilitan sus actividades delictivas. De hecho, no se debe permitir que nadie financie o proporcione armas y municiones a terroristas”.
Responsabilidad de los extremistas
Mons. Auza clama para que “Aquellos que incitan al extremismo violento o que dan refugio a miembros de organizaciones terroristas deben rendir cuentas ante un tribunal de justicia. Del mismo modo, todas las violaciones del derecho internacional humanitario y los crímenes de lesa humanidad cometidos por el terror deben ser perseguidos enérgicamente”.
El Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar ante el terrorismo
El diplomático cita al Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Sheikh Ahmad Al-Tayyeb, en su declaración conjunta: "es tan necesario dejar de apoyar movimientos terroristas alimentados por la financiación, el suministro de armas y por intentos de justificar estos movimientos incluso utilizando los medios de comunicación. Todo esto debe ser considerado como crímenes internacionales que amenazan la seguridad y la paz mundial. Ese terrorismo debe ser condenado en todas sus formas y expresiones".
Propuesta de la Santa Sede
Para prevenir eficazmente el financiamiento del terrorismo, es indispensable romper su vínculo con la delincuencia organizada transnacional, que se beneficia de ella y favorece sus actividades. Hay que llevar a los criminales ante la justicia.
Se debe romper el ciclo de la pobreza y de la miseria. “En efecto, el ser humano integral es clave para prevenir el terrorismo a largo plazo”.
Es indispensable garantizar que las medidas de prevención y de ataque al terrorismo respeten escrupulosamente los derechos humanos, el Estado de Derecho y las normas internacionales del derecho humanitario.
Las actividades humanitarias legítimas de las organizaciones de beneficencia, incluidas las de inspiración religiosa, contribuyen positivamente a la prevención del terrorismo. Por eso no deben inhibirse. Para la Santa Sede, la respuesta ante esta problemática debe ser global y coordinada y que permita favorecer la paz y la seguridad.
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