Mons. Tejado: Construyamos cada uno la paz día a día para luchar contra la violencia
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
Noticias siempre preocupantes de Sri Lanka y Siria. Y son sólo algunos ejemplos de la violencia en que vive este mundo. En Siria, al menos 18 personas fallecieron ayer y decenas resultaron heridas, entre ellas una mujer y cuatro niños, por la explosión de un vehículo cargado con explosivos en el oeste de la provincia de Idlib, último bastión opositor en el norte de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Una nueva explosión en Sri Lanka ha hecho saltar todas las alarmas este jueves, a pesar de que todavía no se sabe si está o no relacionada con los ataques del Domingo de Pascua que mataron a 359 personas, incluyendo 45 niños y 34 extranjeros. No se han reportado víctimas o heridos. Todas las iglesias católicas de Sri Lanka permanecerán cerradas y suspenderán las misas públicas hasta que se "mejore la situación de seguridad", informó France Presse.
Mons. Tejado: “Hay que aceptar la precariedad de la paz para construirla cada día”
Vatican News habló con Mons. Segundo Tejado Muñóz subsecretario del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, quien en primer lugar da una valoración sobre la situación de violencia que vive Sri Lanka, con más 300 muertos después de los atentados del domingo pasado, y recuerda los viajes del Papa en Marruecos o Dubai donde dio señales de construcción de la paz, el hombre, dijo el prelado, no encuentra la paz, ni siquiera en estos tiempos de paz, venimos de celebrar la Resurrección de Jesús.
Además, el prelado considera elementos fundamentales para generar una cultura de paz, en primer lugar aceptando la precariedad de la paz, que se debe construir cada día, y dentro de nosotros mismos. La violencia sólo engendra más violencia.
El Papa Francisco ha dicho que estamos viviendo una Tercera Guerra Mundial a trozos, Vatican news le pregunta a Mons. Tejado Muñóz qué papel considera debe jugar Europa para evitar que continúe la espiral de violencia. Si se considera, dijo que este continente ha perdido sus raíces cristianas, y esto hace perder las dinámicas de procesos de paz. Por último Vatican news le ha pedido al sub secretario del Dicasterio un mensaje de paz, un llamamiento a la no violencia. En primer lugar recordó el mensaje de paz del Papa que hace el primero de enero, es la primera trompeta que llama a los hombres a la paz.
El grito del Papa para que cese la violencia
En estos días, el Papa Francisco expresó su cercanía espiritual y paternal al pueblo de Sri Lanka tras los atentados terroristas y condenó “estos actos terroristas, actos inhumanos, jamás justificables”. En su mensaje Urbi et Orbi, el papa dirigió la mirada a Oriente Medio, desgarrado por continuas divisiones y tensiones. “Que los cristianos de la región no dejen de dar testimonio con paciente perseverancia del Señor resucitado y de la victoria de la vida sobre la muerte”. Recordó al Yemen, y pidió que la luz de la Pascua ilumine a todos los gobernantes y a los pueblos de Oriente Medio, empezando por los israelíes y palestinos, y los aliente a aliviar tanto sufrimiento y a buscar un futuro de paz y estabilidad.
“Que las armas dejen de ensangrentar a Libia. Insto a las partes implicadas a que elijan el diálogo en lugar de la opresión, evitando que se abran de nuevo las heridas provocadas por una década de conflicto e inestabilidad política”. Recordó a Burkina Faso, Mali, Níger, Nigeria, Sudán y Camerún. Países donde existen las tensiones sociales, conflictos y, a veces, extremismos violentos que dejan inseguridad, destrucción y muerte. Conflictos también en Ucrania, que sigue sufriendo el conflicto todavía en curso. Que el Señor aliente las iniciativas humanitarias y las que buscan conseguir una paz duradera”.
También el papa mencionó Venezuela: en tantas personas carentes de las condiciones mínimas para llevar una vida digna y segura, debido a una crisis que continúa y se agrava. Y alentó los esfuerzos que se están realizando en Nicaragua para encontrar lo antes posible una solución pacífica y negociada en beneficio de todos los nicaragüenses.
Insistió una vez más que el Señor de la vida haga de nosotros constructores de puentes, no de muros. Que Él, que nos da su paz, haga cesar el fragor de las armas, tanto en las zonas de guerra como en nuestras ciudades, e impulse a los líderes de las naciones a que trabajen para poner fin a la carrera de armamentos y a la propagación preocupante de las armas, especialmente en los países más avanzados económicamente. Y que abra nuestros corazones a las necesidades de los menesterosos, los indefensos, los pobres, los desempleados, los marginados, los que llaman a nuestra puerta en busca de pan, de un refugio o del reconocimiento de su dignidad.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí