La ayuda del Papa a los migrantes bloqueados en la frontera de Estados Unidos
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
El Papa Francisco donó 500,000 dólares para ayudar a los migrantes en México. Esta cifra, se lee en el sitio del Obolo de San Pedro, se distribuirá entre 27 proyectos de 16 diócesis y congregaciones religiosas mexicanas que han solicitado ayuda para continuar proporcionando vivienda, alimentos y artículos de primera necesidad.
La frontera de Estados Unidos cerrada para los migrantes
"En los últimos meses, se lee en el comunicado del Obolo de San Pedro, miles de migrantes han llegado a México, tras haber recorrido más de 4.000 kilómetros a pie y en vehículos improvisados desde Honduras, El Salvador y Guatemala. Hombres y mujeres, a menudo con niños pequeños, huyen de la pobreza y la violencia, esperando un futuro mejor en los Estados Unidos. Pero la frontera de Estados Unidos permanece cerrada para ellos ".
Ayuda disminuida y cobertura mediática
“En 2018, seis caravanas de migrantes entraron a México, haciendo un total de 75,000 personas; Se anunció la llegada de otros grupos. Todas estas personas quedaron varadas, sin poder ingresar a los Estados Unidos, sin hogar ni medios de subsistencia. La Iglesia católica acoge a miles de ellos en los hoteles de las diócesis o congregaciones religiosas, proporcionando lo necesario para vivir, desde la vivienda hasta la ropa”. "La cobertura de los medios de esta emergencia, se enfatiza, ha ido disminuyendo y, en consecuencia, la ayuda a los migrantes por parte del gobierno y los particulares también ha disminuido".
Uso transparente de las donaciones
De los 27 proyectos de asistencia a migrantes, 13 ya han sido aprobados para las diócesis de Cuautitlán, Nogales (2), Mazatlán, Querétaro, San Andrés Tuxtla, Nuevo Laredo (2) y Tijuana; así como para los Scalabrinianos, la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María y las Hermanas Josefinas. Se están evaluando otros 14 proyectos, ya que antes de que se asigne la ayuda, se requiere un uso regulado y transparente de los recursos, que debe tenerse en cuenta. "Gracias a estos proyectos, a la caridad y la solidaridad cristianas, dice el comunicado, los obispos mexicanos esperan poder seguir ayudando a los hermanos y hermanas que emigran".
Obispos mexicanos agradecen ayuda del Papa
"Con gratitud al Papa Francisco, hemos recibimos respuesta a nuestra solicitud de ayuda solidaria para atender la emergencia migrante con caridad cristiana en nuestro país. La grave crisis humanitaria continúa: son numerosas las caravanas centroamericanas que han entrado a nuestro país, a partir de octubre 2018. Tan sólo en el mes de febrero del 2019, sumaban ya más de 75,000 personas, y 100 mil en marzo, según reportan autoridades americanas, que han detenido a esa cantidad de personas en su frontera sur. Entre los hermanos migrantes, que cruzan por nuestro país, se encuentran: quienes están esperando respuesta a su solicitud de asilo como refugiados en los Estados Unidos; quienes han sido repatriados; quienes están intentando cruzar ilegalmente y quienes se han disgregado en diferentes partes de la República Mexicana, esperando una nueva oportunidad de cruzar a los Estados Unidos, más los que se quedarán finalmente en México".
Es así como se lee en el comunicado de la Conferencia Episcopal mexicana, donde además indican que hay un número muy grande de agentes de pastoral católicos que han estado acompañando y asistiendo a las caravanas de migrantes en sus albergues, en su travesía hacia los Estados Unidos, huyendo de la pobreza y la violencia que encuentran en sus países de origen. Esta crisi humanitaria seguirá aumentando puesto que se han anunciado en los últimos meses la llegada de nuevas caravanas. "Los hermanos migrantes son acogidos en albergues atendidos en gran mayoría, por agentes de pastoral de la Iglesia Católica, pero también por numerosos organismos de la sociedad civil, y de otras iglesias, ofreciéndoles, tanto como ha sido posible, ayuda humanitaria, moral y espiritual", afirman los obispos.
Los migrantes en la frontera: una crisis humanitaria
En las fronteras norte y sur, estos lugares de acogida se encuentran sobrepoblados, y entre los habitantes de los pueblos y ciudades donde se encuentran algunos de estos albergues, se han empezado a suscitar fuertes inquietudes ante campañas informales que “criminalizan” al migrante, e impiden que éstos puedan obtener un trabajo, rentar un departamento o circular tranquilamente por las calles. En el comunicado se lee que son las redes de albergues de las diferentes diócesis y congregaciones religiosas, y de organismos civiles, las que están especialmente atendiendo hoy en día a decenas de miles de migrantes, mientras las autoridades, en muchos lugares, no se dan abasto y se ven muy rebasadas en cuanto a la ayuda y trato digno que merecen las personas migrantes.
Es necesario una mayor y mejor vinculación entre la fuerte estructura pastoral y nacional de la Iglesia católica y el gobierno en todas sus instancias, cosa que lamentablemente no se ha dado en la medida deseada y esperada ante una emergencia de esta naturaleza. Los obispos informan que el pasado 15 y 16 de febrero de 2019, se realizó un Encuentro Nacional con responsables de Casas de Migrantes, organizado por la Dimensión de Movilidad Humana y la Secretaría General de la CEM, donde se escucharon las principales necesidades de estos albergues. "A finales del mes de febrero se les convocó de manera formal y organizada a elaborar proyectos para la atención a los migrantes en medio de la emergencia detonada, de manera que el donativo recibido del Papa Francisco de $500,000.00 dlls. fuera distribuido de manera ordenada, buscando su aplicación a la atención de las necesidades de los migrantes y la funcionalidad de las casas donde están albergados".
Por último los obispos hacen un llamado a los gobiernos de México y Estados Unidos para acoger e integrar a los miles de migrantes que ya están en nuestro país, a los medios de comunicación dar cobertura objetiva y justa, ante las caravanas que siguen llegando, y a los hombres y mujeres de buena voluntad, que habitan nuestro amado país, a mirar con caridad y misericordia al hermano migrante que sufre, y a no cerrar el corazón y seguir apoyando.
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