Cardenal Filoni: la misión es el paradigma de toda acción de la Iglesia
Ciudad del Vaticano
El Cardenal Fernando Filoni, en su intervención de la tarde del 27 de mayo a la Asamblea General Anual de las Pontificias Obras Misioneras, que se celebra en la Fraterna Domus de Sacrofano (Roma) hasta el 1° de junio, subrayó en primer lugar la importancia de la Carta Apostólica Maximum Illud del Papa Benedicto XV, que dio inicio a la "fructuosa renovación evangélica de la misión eclesial", cuyo centenario el Papa Francisco ha querido celebrar con un Mes Misionero Extraordinario.
Con su Carta, el Papa Benedicto XV deseaba alcanzar, esencialmente, tres objetivos, recordó el Cardenal Filoni: "En primer lugar invitaba a toda la Iglesia y a las Iglesias locales a hacerse cargo de la misión, no delegando para esto sólo a las instituciones y congregaciones religiosas particulares. En segundo lugar, recalificar evangélicamente la misión significaba, para él, recordar que la misión de la Iglesia tiene como único y exclusivo objeto el anuncio del Evangelio, la fe y el testimonio de la caridad. El tercer aspecto consistía en la voluntad explícita del Papa de romper toda unión indebida de fe y su misión con los intereses coloniales, con las ideologías nacionalistas eurocéntricas, muy fuertes en aquel período".
Estado permanente de misión
Para el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, también el Papa Francisco, al celebrar el centenario de esta Carta Apostólica, desea tres cosas fundamentalmente: "En primer lugar, nos invita a renovar la misión como compromiso bautismal de todos los fieles sin dejar o delegar en los institutos misioneros esta dimensión fundamental de la fe de todo el Pueblo de Dios. En segundo lugar, la misión debe convertirse en el paradigma de la vida ordinaria y de toda acción de la Iglesia y, por último, se pide a todos los cristianos de sus diócesis, parroquias, movimientos y grupos eclesiales que se constituyan en estado permanente de misión.
Importancia de los catequistas en las Iglesias jóvenes
El Cardenal Filoni, que también es Presidente del Comité Supremo de las Obras Misionales Pontificias, subrayó a continuación la importancia fundamental de los catequistas en la vida de las Iglesias jóvenes de los territorios de misión, definiéndolas como "la figura clave del esfuerzo de evangelización, especialmente en los ambientes y comunidades rurales". "Son responsables de muchas comunidades misioneras que les han sido confiadas por párrocos y obispos – recordó – que dirigen a menudo la liturgia dominical de la Palabra con la distribución de la Eucaristía. Son responsables de la oración y de la caridad, viven con sus familias en medio de sus hermanos cristianos y no cristianos, miembros de la misma aldea y de la misma comunidad civil, y preparan a los niños y a los adultos para los sacramentos". Cuando los catequistas están "seriamente comprometidos, bien valorados y bien formados, son verdaderos animadores y formadores de toda la comunidad cristiana junto con los obispos, los sacerdotes y los diáconos permanentes".
Confiar la catequesis a un equipo de catequistas
En el contexto de los cambios sociales y eclesiales que también afectan a este ministerio, "es necesario descubrir siempre nuevas formas de ser y de hacer el catequista" – dijo el Cardenal Filoni – e indicó la oportunidad de confiar la catequesis no sólo a un hombre o a una mujer particularmente disponible y preparada, sino también a equipos formados por hombres, mujeres, familias, jóvenes, un diácono permanente, un religioso o una religiosa e incluso a niños. Es necesario, sin embargo, formar estos pequeños equipos de cuatro o cinco personas para que "puedan dar un verdadero testimonio de fe y de Iglesia en el mundo". Para lograr este objetivo, las Iglesias locales deben asegurar una adecuada formación inicial y permanente de los catequistas, elegidos después de un cuidadoso discernimiento, cuidar las estructuras de formación y elegir formadores preparados, resolviendo también las cuestiones prácticas. "Los obispos locales con los sacerdotes y religiosos – recomendó el Purpurado – deben cuidar seriamente estos importantes y fundamentales colaboradores en la obra de la misión de la Iglesia en los territorios que les han sido encomendados".
Repensar no sólo las modalidades de oración
El último tema al que se refirió el Cardenal Filoni en su discurso, fue el de la necesidad de "repensar las modalidades de oración, de animación misionera y de recaudación de fondos para la misión ad gentes del Papa junto a las Iglesias particulares", en el ámbito de "una auténtica y radical reforma de las Pontificias Obras Misioneras en el espíritu que nos ha indicado el Papa Francisco en la Evangelii Gaudium". A este respecto ha propuesto desarrollar nuevas formas de presencia de las Pontificias Obras Misioneras tanto en los santuarios marianos y en otros lugares de devoción popular como en el mundo de los medios de comunicación que están al servicio de la oración y de la formación de la fe. A los Secretariados Internacionales de las cuatro Obras Misioneras les ha pedido que "inicien un proceso unitario de discernimiento sobre modalidades propias para un compromiso de financiación central": "La preocupante disminución de los fondos que los Pontificias Obras Misioneras reciben y pueden distribuir nos impone, por tanto, una nueva mirada también a la recaudación de fondos", concluyó el Cardenal Filoni. (Con información de la Agencia Fides).
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí