Card. Parolin. Encuentro con nuncios: "estar unidos al Papa"

ANDREA TORNIELLI - Ciudad del Vaticano

Un "balance positivo", un encuentro realizado en "sencillez" y "fraternidad". Así comenta el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, sobre el encuentro que ha tenido lugar en los últimos días en el Vaticano en el que han estado reunidos los Nuncios Apostólicos.

¿Cómo valora el encuentro del Papa con los nuncios apostólicos que ha tenido lugar en estos días en el Vaticano?

"El balance es ciertamente positivo. Estos encuentros tienen un valor en sí mismos porque son un momento de encuentro entre personas que trabajan con el mismo fin, con el mismo espíritu y al servicio de la misma realidad que es la Iglesia y, en particular, el Papa, aunque lo hagan a grandes distancias entre sí. Y también los temas tratados en estos días han despertado mucho interés por parte de los participantes, lo que se ha manifestado sobre todo en las numerosas ponencias que han seguido a las distintas conferencias.

Me parece que el clima ha sido bueno. También hubo un momento de intensa participación por la muerte del nuncio apostólico en Argentina, León Kalenga, quien nos vio a todos unidos en oración con el Santo Padre durante la celebración del funeral. Fue un encuentro positivo que continúa la tradición y que llevó al Papa a continuar estos nombramientos cada tres años, después de las experiencias de 2013, inmediatamente después de su elección, y en 2016, durante el Jubileo de la Misericordia.

¿Cómo fue recibido el discurso que Francisco dio a los nuncios? Los medios de comunicación destacaron algunas de las recomendaciones del texto y subrayaron las reprimendas....

 "Vi que había una recepción, y también era bastante obvio. Los medios de comunicación siempre son llevados a buscar lo que es tentador en las intervenciones del Santo Padre o de otros miembros de la Iglesia. Personalmente no creo que uno pueda limitarse sin embargo a captar sólo estos aspectos. En mi saludo inicial al Papa hablé de "correcciones". Dije: estamos abiertos a recibir todo el aliento y también toda corrección que pueda servir para mejorar realmente nuestro servicio, porque queremos hacer un servicio cada vez mayor a la Iglesia, al Papa y a las personas. Por lo tanto, las referencias del discurso del Santo Padre deben leerse también en este contexto positivo. Me parece que así es como fueron acogidos y experimentados por los participantes".

En su discurso Francisco recordó que el nuncio está llamado a ser un "hombre de Dios", representante de la Iglesia y del Pontífice, una misión "incompatible" con la crítica al Papa, con "tener blogs o incluso unirse a grupos hostiles" a él y a la Iglesia. ¿Cómo juzga esta llamada?

"Creo que es una decisión justa. Hay cosas que son cuestionables en el sentido de que pueden ser discutidas, como un antiguo axioma in necessariis unitas, in dubiis libertas, in omnibus caritas states (unidad en lo necesario, libertad en lo dudoso, caridad en todo, ed.). Nosotros, sin embargo, somos representantes del Papa y, por lo tanto, las cosas se le pueden decir, nos parece que tenemos que decir, con mucha libertad. Creo que el Santo Padre es muy abierto y dispuesto a recibir comentarios, observaciones, reflexiones sobre las diversas cuestiones.

Al mismo tiempo, debemos tratar de mantener la unidad, que es la condición para la eficacia de nuestra acción en el mundo. Seremos más eficaces si estamos realmente unidos en las cosas fundamentales. Por lo tanto, sobre todo como representantes pontificios, debemos tener esta unidad con el Papa y esta adhesión a su enseñanza, que luego debe traducirse concretamente en actitudes de compartir su pensamiento y su dirección".

¿Qué puede decirnos del diálogo a puerta cerrada entre el Papa y los nuncios?

"Fue un diálogo muy abierto y franco, en el que con mucha sencillez y mucha fraternidad -notas que caracterizan todos los encuentros de estos días- se pusieron sobre la mesa algunos temas, pero sobre los que no me gustaría entrar, ya que se trataba de un encuentro a puerta cerrada. Seguramente los nuncios apreciaron las respuestas que dio el Papa, porque no tuvo miedo de entrar en temas delicados hablándoles con mucha franqueza y apertura".