El sentido evangélico de la Jornada para la caridad del Papa

Emanuela Campanile  - Ciudad del Vaticano

Realizar con alegría obras de caridad hacia los que sufren en cuerpo y espíritu es la forma más auténtica de vivir el Evangelio; es el fundamento necesario para que nuestras comunidades crezcan en fraternidad y aceptación mutua.

Son las palabras de Francisco en el Ángelus del 18 de marzo de 2018, explicando el significado de la caridad. Esta frase indica también los motivos de la hodierna Jornada para la Caridad del Papa, promovida por la Conferencia Episcopal Italiana en colaboración con el Obolo di San Pietro. El aniversario se celebra el domingo más próximo al 29 de junio como gesto de fraternidad: cada fiel puede participar así en la acción del Pontífice en favor de los más necesitados y de las comunidades eclesiales en dificultad.

Es un gesto antiguo que se remonta a la primera comunidad de los apóstoles y que se repite a lo largo de los siglos porque la caridad es el signo distintivo de los discípulos de Jesús:

"En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os amáis los unos a los otros (Jn 13,35)".

Hacer que la caridad y su gestión sean cada vez más eficaces es un objetivo fundamental para el Papa. De ahí su decisión de elevar el 28 de junio de 2018 al rango de Cardenal  a mons. Konrad Krajewski -ya jefe de la Limosnería Apostólica desde 2013-, institucionalizando así, también para el futuro, una mayor visibilidad del cargo que promueve la ayuda a los pobres.

Muchas son las iniciativas emprendidas para apoyar a los necesitados y Mons. Krajewski recorre a menudo las calles de Roma para encontrarse con los pobres y los sin techo. El Papa Francisco se lo recomendó pidiéndole que "saliera" y diciéndole que no habría necesidad de un escritorio en su oficina.