Card. Turkson: “El trabajo en el sector del turismo, instrumento de desarrollo”
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Llamamos a todos los gobernantes y responsables de las políticas económicas nacionales para que favorezcan el trabajo, particularmente entre los jóvenes en el sector del turismo. Un trabajo que ponga en el centro a la dignidad de la persona […], que se convierta en instrumento para promover el desarrollo integral de cada hombre y de todo el hombre”, lo escribe el Cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en su Mensaje con motivo del Día Mundial del Turismo que se celebra cada año el 27 de septiembre y publicado este miércoles, 24 de julio de 2019.
“Turismo y empleo: un futuro mejor para todos”
En su Mensaje para el Día Mundial del Turismo, que este año tiene como lema: “Turismo y empleo: un futuro mejor para todos”, que además es promovido por la Organización Mundial del Turismo (OMT), el Card. Turkson señala que, “la elección de tratar el tema del turismo desde la perspectiva del trabajo parece particularmente apropiada en vista del enraizamiento del estado crítico que caracteriza la dimensión laboral en la vida de muchas personas, en todas las latitudes”. Los deseados objetivos de paz, seguridad, promoción e inclusión social – señala el Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral – no se pueden alcanzar si se descuida el esfuerzo conjunto para garantizar a todos un trabajo decente, equitativo y libre, construido en torno a la persona y a sus necesidades primarias de desarrollo humano integral.
Sin trabajo no hay dignidad
Como recuerda el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia – se lee en el Mensaje – la persona es el criterio de la dignidad del trabajo y, citando la Encíclica Laborem exercens, “En efecto, no hay duda de que el trabajo humano tiene un valor ético, el cual está vinculado completa y directamente al hecho de que quien lo lleva a cabo es una persona”. Con especial referencia al turismo, el Card. Turkson cita el Mensaje de San Juan Pablo II para el XXIV Día Mundial del Turismo, donde explicaba también que este sector “se ha de considerar como una expresión particular de la vida social, con implicaciones económicas, financieras, culturales y con consecuencias decisivas para las personas y los pueblos. Su relación directa con el desarrollo integral de la persona debería orientar su servicio, como el de las demás actividades humanas, a la edificación de la civilización en el sentido más auténtico y completo, es decir la edificación de la civilización del amor”.
Problemas en el sector del turismo
En el día de hoy, evidencia el Card. Turkson, no son pocos los problemas relacionados con el trabajo en el sector del turismo, que se caracteriza por su variada profesionalidad y sus tareas específicas. Consultores de viajes y guías turísticos, chefs, sommeliers y camareros, azafatas, animadores, expertos en marketing turístico y redes sociales: muchos operan en condiciones de precariedad y, a veces, de ilegalidad, con salarios injustos, obligados a un duro trabajo, a menudo lejos de la familia, con alto riesgo de estrés y sometidos a las reglas de una competitividad agresiva. Indigna, además, señala el Prefecto, la explotación del trabajo en los países pobres pero con una alta vocación turística en virtud del rico patrimonio ambiental e histórico-cultural que los caracteriza, donde rara vez son las poblaciones nativas las que se benefician del uso de los recursos locales. Inaceptables son también las violencias contra su población, la ofensa de su identidad cultural y todas las actividades que causan la degradación y la explotación voraz del ambiente.
Un crecimiento constante del turismo
Asimismo, los datos publicados por la Organización Mundial del Turismo (OMT) muestran que de 11 puestos de trabajo en el mundo, al menos 1 es generado, - directa o indirectamente – por el turismo, y registran un crecimiento constante del fenómeno que involucra a millones de personas en todos los rincones del mundo. Se habla de un ciclo expansivo, con enormes implicaciones a nivel social, económico y cultural, que ha superado las expectativas más optimistas. Basta con decir que en 1950 los turistas internacionales eran algo más de 25 millones, mientras que en la próxima década se estima que podrían alcanzar la cifra de dos mil millones de viajeros en todo el mundo. “Frente a estos flujos, resulta alentadora la dimensión de encuentro que puede brindar el trabajo en el sector turístico. En muchos casos en el desempeño de sus tareas diarias los operadores del sector en todos los niveles, tienen la oportunidad de encontrarse con personas de los países más diversos y comenzar ese conocimiento, que es el primer paso para el abandonando de prejuicios y estereotipos y para construir relaciones basadas en la amistad”.
Favorecer el trabajo en el sector del turismo
Finalmente, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral llama, pues, a todos los gobernantes y responsables de las políticas económicas nacionales para que favorezcan el trabajo, particularmente entre los jóvenes en el sector del turismo. Un trabajo que ponga en el centro a la dignidad de la persona, como recomienda la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que se convierta en instrumento para promover el desarrollo integral de cada hombre y de todo el hombre, que coopere en el desarrollo de las comunidades, cada una de acuerdo con sus propias peculiaridades, y que favorezca la creación de relaciones de amistad y fraternidad entre las personas y los pueblos.
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