Francisco: reconstruir la nueva historia, sin olvidar la antigua
Ciudad del Vaticano
Esta obra de Marcello Filotei sobre las consecuencias del terremoto del año 2016 que sacudió la pequeña ciudad italiana de Arquata del Tronto cuenta con la introducción del Papa Francisco quien incluso visitó esa mismo localidad en la que tuvo lugar el sismo describiendo en el texto la consternación de esa comunidad que no debe "encerrarse en la tristeza y el temor", sino "reconstruir una nueva historia, sin olvidar la vieja".
El Santo Padre comienza su introducción con un recuerdo: “Fui a Pescara del Tronto unas semanas después del terremoto que la había arrasado hasta los cimientos...
El Papa Bergoglio había recibido una copia de este libro durante la audiencia del lunes 23 de septiembre en que el Pontífice saludó al personal del Dicasterio de la Comunicación del Vaticano. En esta obra su autor retrata los dolores y las esperanzas de quienes sobrevivieron al terremoto que destruyó la ciudad de Arquata del Tronto, en la región italiana de las Marcas, el 24 de agosto de 2016.
La esperanza y la historia personal del autor
En esta misma introducción el Papa Francisco que visitó la arquidiócesis de Pescara del Tronto que cuenta con poco más de cien habitantes, también escribe que no puede olvidar lo que vio durante su visita a ese lugar devastado:
Asimismo al recordar la historia personal del autor, el Pontífice destaca la importancia de no "encerrarse en la tristeza y el miedo", sino en tener esperanza en el futuro a través del recuerdo de las propias raíces que ayudan "a reconstruir una nueva historia, sin olvidar la vieja".
Misericordia y responsabilidad de todos
Francisco alude también al sentido de comunidad que la Iglesia lleva a cabo en esa región, ayudando a la gente "no sólo con un gesto de misericordia", sino porque es un deber de justicia y responsabilidad para todos.
El Papa espera que la obra de Marcello Filotei, cronista del periódico de la Santa Sede L'Osservatore Romano, pueda contribuir a que estemos siempre unidos para prestar atención a todos los que, aún hoy, sufren las consecuencias del terremoto.
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