Briefing del Sínodo: Mujeres e Iglesia, Protección y Misión

Ciudad del Vaticano

El sábado 19 de octubre se votaron los borradores del documento final del Sínodo para la Amazonía, que llega ya a su última semana de trabajos.

El Prefecto del Dicasterio de la Comunicación, Paolo Ruffini, habló de este punto con los periodistas al principio del briefing en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, haciendo un balance sobre cómo marcha la asamblea sinodal: "Ayer y anteayer, los círculos menores elaboraron propuestas; el orador general y los secretarios especiales, con la ayuda de los expertos, las insertaron. El comité de redacción revisó el texto, que luego se presentará a votación en la Cámara. Un texto que finalmente se confiará al último discernimiento del Papa".

El Prefecto también hizo referencia a la llamada a la sinodalidad y a la acción del Espíritu Santo que el Santo Padre ha subrayado esta mañana en la audiencia general.

Lucha contra la trata y la servidumbre doméstica

Entre los oradores que hicieron uso de la palabra se encontraban, Sor Roselei Bertoldo, de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María y de la Red "Un grito por la vida". Una misionera que ha dedicado su vida a erradicar la trata de personas en Brasil, especialmente de mujeres y niños. Uno de los mayores problemas es el de la "servidumbre doméstica", cuando las niñas son alejadas de las comunidades indígenas para estudiar fuera y terminan siendo explotadas sexualmente y trabajando "en condiciones de esclavitud", explicó.

Con pasión y amor, la Hermana Bertoldo denuncia cómo el cuerpo de estas mujeres y niñas se convierte en una mercancía y lo difícil que es denunciar. Por esta razón, la Red en la que trabaja, hace campañas para ayudar a reconocer el abuso, y capacita a la gente, permitiéndoles denunciar. "El Sínodo para la Amazonia también llama la atención sobre este drama- enfatizó la religiosa- subrayando que el compromiso con la evangelización es también parte de la protección de la vida. Asimismo, Sor Roselei hizo hincapié en la importancia de la participación de la mujer en la toma de decisiones.

No sólo caminar juntos sino también decidir juntos

Por su parte, Monseñor Ricardo Ernesto Centellas Guzmán, Obispo de Potosí y Presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia, exhortó en su discurso a una mayor participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones en la Iglesia, ya desde las parroquias. En particular, el prelado contó la experiencia de una vicaria pastoral de su diócesis, que como mujer tiene un enfoque diferente que el de los hombres: pide sugerencias y permite la participación. Una iglesia sinodal no sólo significa "caminar juntos" sino también "decidir juntos".

Parte del bioma no dueños de la belleza

El mundo andino, el Chad, la selva del Perú. Son muchos los lugares visitados por Monseñor Gilberto Alfredo Vizcarra Mori, jesuita, Vicario Apostólico de Jaén en Perú también conocido como vicariato de San Francisco Javier. Sus palabras revelan el deseo de acercarse a otras culturas y su experiencia es de enriquecimiento. El prelado se preparó para este Sínodo yendo a vivir a la selva peruana con estas comunidades. Durante la conferencia enfatizó cómo estos pueblos se sienten parte del bioma y no dueños de la belleza de la creación y exhortó, por lo tanto, a recuperar su vida en armonía con la naturaleza, sólo aprendiendo de ellos.

Expulsados de sus propias tierras

Una gran experiencia de aprendizaje. Así es como el cardenal Oswald Gracias, Arzobispo de Bombay, resume su experiencia en el Sínodo. Además de la gran violencia contra la naturaleza, el cardenal se mostró impresionado por las injusticias contra los nativos de la Amazonía, expulsados de sus hogares, vinculando este discurso con el de las castas de la India y las tribus expulsadas de sus tierras, aunque "para nosotros", explicó, "es menos sistemático". Pero lo que más le impactó al cardenal fue la "pasión" con la que los obispos amazónicos trataron de ayudar a estos pueblos: "el mundo tiene mucho que aprender de los obispos de América del Sur", dice.

En cuanto a la inculturación, Su Eminencia señala la importancia de inculturar los métodos de formación en los seminarios y sostiene que no ve ninguna "dificultad" en tener un rito litúrgico "con elementos de la cultura amazónica". Finalmente, el purpurado hizo hincapié en la sinodalidad, subrayando la importancia de "caminar juntos".