Respuesta a la pandemia, lecciones para el futuro y prioridades
Ciudad del Vaticano
“No es posible disfrutar de la libertad sin responsabilidad ni solidaridad”: lo afirman las Pontificias Academias de las Ciencias y de las Ciencias Sociales en una Declaración conjunta emitida el pasado 20 de marzo, ante la emergencia mundial provocada por la pandemia de coronavirus. Objetivo del comunicado es “hacer foco en los aspectos científicos y en las medidas estratégicas de orden científico y sanitario dentro de un contexto social más amplio”.
En el texto, los miembros de las dos Pontificias Academias manifiestan en primer lugar, “profundo agradecimiento" al personal sanitario, los profesionales médicos, virólogos y especialistas, “por el encomiable trabajo que están realizando”. Y mientras afirman que el Covid 19, “representa un desafío para la sociedad mundial”, recuerdan que a lo largo de la historia de la humanidad, “las pandemias han causado más muertes que las guerras”.
A través de cinco puntos, las Pontificias Academias subrayan “la necesidad de la implementación de acciones, las lecciones aprendidas para el corto y el largo plazo, y los cambios de prioridades a futuro”.
Fortalecer el sistema de alerta temprana y respuesta rápida
En el primer punto se indica como imperativo “fortalecer el sistema de salud en todos los países”. Por ello, la recomendación es “que se adopten medidas inmediatas de salud pública en todos los países para poner freno” a la propagación del virus, así como responder, en el futuro, “con acciones más coordinadas”, tanto en el plano político como sanitario. Se dirige también un llamado a los gobiernos para que se apoyen en “los planes de comunicaciones elaborados por las organizaciones internacionales como la OMS y UNICEF, y también por las academias de ciencias”, para brindar información basada en la evidencia científica.
Ampliar el apoyo de la ciencia y las acciones de la comunidad científica
Recordando que el “fortalecimiento de la investigación de base” aumenta la capacidad de detectar, responder y prevenir las pandemias, se evidencia la necesidad de que la ciencia reciba “mayor financiamiento a nivel nacional y transnacional, de manera que los científicos cuenten con los medios para descubrir los medicamentos y las vacunas correctas”. Definiendo como "actitud altruista" la perspectiva global con la que científicos de diversas nacionalidades trabajan en métodos de prevención" se insiste en que ésta "debe ser respaldada”.
Proteger a las personas pobres y vulnerables
“El COVID-19 es una amenaza común que actualmente azota a algunos países antes que a otros, pero que tarde o temprano nos afectará a todos”, recuerda también la declaración, evidenciando que serán los pobres los más afectados por la pandemia, así como “los millones de refugiados migrantes y desplazados por la fuerza”. De ahí la exhortación a la comunidad global:
Determinar la interdependencia global y la ayuda transnacional y nacional
“La escala y el alcance del actual internacionalismo han generado, a nivel mundial, una interdependencia sin precedentes, que tornan el mundo más vulnerable y disfuncional durante las crisis” señala asimismo el texto de las Pontificias Academias de las Ciencias y de las Ciencias Sociales, denotando que el brote del COVID-19, ha dado lugar a “un mayor aislamiento nacional” que es “contraproducente”. “Una tendencia digna de respaldar sería la de demandar una mayor cooperación mundial”, y que los gobiernos dejen de “priorizar sus intereses nacionalistas”. Si bien las medidas para mitigar la rápida propagación del contagio a veces implican cercar y aislar los lugares afectados por los brotes, “las fronteras nacionales no deben convertirse en barreras que obstaculicen la ayuda entre las naciones”.
"Las crisis mundiales exigen una acción colectiva", señala también el texto, recordando que “la prevención y la contención de las pandemias son un bien público global (Laudato Si’), cuya protección requiere de una mayor coordinación mundial y de un desacoplamiento temporal y adaptativo. En una época en la que asistimos a la caída del multilateralismo basado en reglas, la crisis del COVID-19 debería servir para fomentar el surgimiento de un nuevo –en el sentido de diferente – modelo de globalización que brinde una protección inclusiva”.
Reforzar la solidaridad y la compasión
“La pandemia de COVID-19 es una oportunidad para tomar conciencia de la importancia que las buenas relaciones humanas tienen para nuestra vida”, señala el último punto de la declaración conjunta de la Pontificia Academia de las Ciencias y de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, señalando la importancia de la “cohesión social”.
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