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Millones de personas sufren los abusos de la trata de seres humanos. Millones de personas sufren los abusos de la trata de seres humanos.

Monseñor Urbańczyk pide ante la OSCE unir esfuerzos contra la trata de personas

Perseguir penalmente a los responsables de los delitos relacionados con la trata de seres humanos y promover la protección social de las víctimas: este es el llamamiento lanzado por Monseñor Janusz Urbańczyk, Observador Permanente de la Santa Sede ante la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa).

Ciudad del Vaticano

"La trata de seres humanos y otras formas contemporáneas de esclavitud son un problema mundial que debe ser tomado en serio por la humanidad en su conjunto": así es como Monseñor Janusz Urbańczyk, Observador Permanente de la Santa Sede ante la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), abrió su discurso de hoy, en la 1285ª reunión del Consejo Permanente del organismo, centrado en la lucha contra la trata de seres humanos.

 

Expresando su reconocimiento por el denominado "enfoque de las 4P" aplicado por la OSCE -es decir, el procedimiento penal, la protección, la prevención y la asociación (partnership en inglés)- el prelado recordó, sin embargo, que "en el mundo hay más de 40 millones de víctimas de la trata de personas o explotación, incluidos 10 millones de jóvenes menores de 18 años" y que "uno de cada veinte niños, menor de 8 años, es víctima de la explotación sexual". Estas cifras son particularmente preocupantes, dijo Monseñor Urbańczyk, ante lo cual es "aún más preocupante que sólo unos pocos traficantes sean enjuiciados por la justicia penal", lo que añade "al daño sufrido por las víctimas, la burla" de no recibir justicia.

La trata y el tráfico de órganos agravados por conflictos y pandemias 

Otra esfera alarmante, dijo el Observador Permanente, es la del tráfico de órganos, "una forma subestimada de tráfico", pero "muy extendida": para ello, "se necesita un procedimiento acordado y concreto para alertar a los profesionales, las autoridades y los organismos competentes en la materia". "Los profesionales de la salud y las autoridades -reiteró el prelado- ya no pueden hacer la vista gorda ante la necesidad de regular los viajes de trasplante y de prevenir y combatir los delitos relacionados con ellos".

De ahí el llamamiento a "combinar esfuerzos para prevenir eficazmente la trata de personas, empezando a abordar sus causas fundamentales". En los últimos años, de hecho, "los conflictos armados y las migraciones forzosas" han agravado el fenómeno, pero no sólo: "La actual pandemia de Covid-19 -dijo el representante de la Santa Sede- con los bloqueos y restricciones impuestos en muchos países, ha permitido a los delincuentes transformar aún más la trata de personas en un negocio creciente en Internet".

Detrás de las estadísticas, hay rostros e historias que contar 

Ante este dramático escenario, la prioridad indicada por Monseñor Urbańczyk es "garantizar el acceso a la protección social, la educación, el trabajo, la atención de la salud y el sistema judicial", porque la falta o insuficiencia de estos "importantes bienes sociales" es a menudo explotada por los traficantes "para reclutar nuevas víctimas". Al mismo tiempo, el Observador Permanente pidió que se presten "servicios de salud física y mental, educación, programas de capacitación y oportunidades de empleo" a los supervivientes para que pudieran encontrar "un nuevo comienzo y protección jurídica contra quienes pudieran obligarlos a volver a la esclavitud".

Por supuesto, explicó el prelado, "en todas las medidas que se tomen, hay que tener en cuenta que las víctimas y los supervivientes son seres humanos y deben sentirse siempre tratados con dignidad y respeto": detrás de las cifras que se presentan, de hecho, hay "rostros, nombres, historias que contar".

Papa Francisco: "La trata, una vergüenza para la humanidad" 

Finalmente, Monseñor Urbańczyk concluyó su discurso citando un pasaje de la Encíclica del Papa Francisco, Fratelli tutti: "La trata de personas es una vergüenza para la humanidad que la política internacional no debería seguir tolerando, más allá de los discursos y las buenas intenciones. Es el mínimo necesario" (189).

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15 octubre 2020, 17:28