Navidad en el Vaticano: Un pesebre de cerámica italiana y un abeto de Eslovenia
Ciudad del Vaticano
“Este año, todavía más que de costumbre, la tradicional decoración navideña de la Plaza de San Pedro quiere ser un signo de esperanza y confianza para todo el mundo y expresar la certeza de que Jesús viene entre su pueblo para salvarlo y consolarlo”, este es el significativo mensaje que en este tiempo difícil debido a la emergencia sanitaria del Covid-19, quiere expresar la instalación del belén – que viene de Castelli, en la provincia italiana de Téramo, un centro de cerámica muy importante desde el siglo XVI – y el árbol de Navidad – majestuoso abeto o pícea (Picea abies), de 28 metros de altura y 70 centímetros de diámetro procede, en cambio, del municipio de Kočevje en Eslovenia sudoriental – que se colocarán este año en la Plaza de San Pedro, así lo dio a conocer, a través de un Comunicado de prensa, la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.
11 de diciembre: inauguración del belén y encendido del árbol
La tradicional inauguración del pesebre y el encendido del árbol de Navidad se realizará, a pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia, en la Plaza de San Pedro, el viernes 11 de diciembre, a las 16:30. La ceremonia será presidida por el Cardenal Giuseppe Bertello y el Obispo Fernando Vérgez Alzaga, respectivamente Presidente y Secretario General de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano. El mismo día, por la mañana, las delegaciones de Castelli y Kočevje serán recibidas en audiencia por el Papa Francisco para la presentación oficial de estos dones.
El árbol y el belén permanecerán en la Plaza de San Pedro hasta el final del tiempo de Navidad que coincide con la fiesta del Bautismo del Señor, el domingo 10 de enero de 2021.
El pesebre de cerámica italiana
El belén monumental de Castelli tiene la característica de estar compuesto por estatuas de cerámica más grandes que las de tamaño natural. No sólo representa un símbolo cultural para todos los Abruzos, sino que también se considera un objeto de arte contemporáneo que hunde sus raíces en el trabajo tradicional de la cerámica de Castelli. Es una obra realizada por los alumnos y profesores del Instituto de Arte "F.A. Grue", la actual escuela estatal de arte para el diseño, que en la década 1965-1975 dedicó su actividad docente al tema de la Navidad.
En la Plaza de San Pedro se expondrán sólo algunas piezas de la frágil colección formada por 54 estatuas. Se colocarán a lo largo de una plataforma luminosa de unos 125 metros cuadrados que rodea, en ligera pendiente, parte del obelisco. Las esculturas representan a los Reyes Magos; en el centro, en el punto más alto de la plataforma, está el grupo de la Natividad con el ángel de alas abiertas. Su lugar sobre la Sagrada Familia simboliza su protección del Salvador, María y José. El primer grupo de estatuas, compuesto por la Sagrada Familia, fue realizado junto con el gaitero, la pastora con la jarra, el flautista con la flauta de Pan y la niña con muñeca. Los inspiradores del proyecto fueron Serafino Mattucci, entonces director y animador del Instituto, los profesores Gianfranco Trucchia y Roberto Bentini. Los estudiantes y todo el personal técnico del instituto participaron con gran entusiasmo.
El pesebre y la referencia al arte antiguo
En el pesebre de los Abruzos hay fuertes referencias a la historia del arte antiguo, desde el arte griego al sumerio, pasando por la escultura egipcia. Además, en los objetos que enriquecen el pesebre y en la pentacromía con la que se han decorado las obras, se encuentra la memoria del arte cerámico local. Las estatuas fueron fabricadas con módulos de anillos que, superpuestos, forman bustos cilíndricos. En algunas figuras, especialmente en el uso del color, se perciben la experimentación y renovación del arte cerámico desarrollado en esos años en el Instituto Grue. La primera exposición pública de la Natividad tuvo lugar en Castelli, en el parvis de la iglesia madre en diciembre de 1965, luego, en la Navidad de 1970 fue el turno de los Mercados de Trajano en Roma y, unos años más tarde, en Jerusalén, Belén y Tel Aviv.
El árbol de navidad que llega desde Eslovenia
El abeto rojo viene de Kočevje, un pueblo en la cuenca del río Rinža. La región de Kočevsko es uno de los territorios eslovenos en los que la naturaleza está más intacta, teniendo en cuenta que los bosques cubren el 90% de su territorio. El abeto elegido para la Plaza de San Pedro creció cerca de Kočevska Reka, a 6 kilómetros en línea recta del impresionante bosque virgen de Krokar, que es uno de los bosques primordiales todavía intactos. Este bosque virgen es una de las dos reservas forestales eslovenas, la otra es Snežnik-'drocle (en la región de Notranjska), uno de los 63 sitios de antiguos hayedos primordiales que figuran en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Un símbolo de fertilidad y tradición popular
La picea (abeto rojo) se difundió ampliamente en Eslovenia en la segunda mitad del siglo XVIII, representa más del 30% de los recursos forestales y es la especie arbórea más importante desde el punto de vista económico. Desde la antigüedad ha sido un símbolo de fertilidad y en la tradición popular se utiliza a menudo para ceremonias como las fiestas del 1 de mayo o las de Navidad. En la región de Bela Krajina, para la fiesta de San Jorge era tradición llevar en procesión una picea engalanada con flores y telas. El abeto más alto de Europa, "Sgermova smreka", mide 61,80 metros y se encuentra en el macizo de Pohorje, precisamente en Eslovenia. Tiene alrededor de 300 años, un perímetro de 3 metros y 54 centímetros y su diámetro supera el metro.
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