Monseñor Paglia: la transmisión de la vida es un don que debe ser protegido
El arzobispo Vincenzo Paglia, Presidente de la Academia Pontificia para la Vida, participó en el Panel del Foro sobre "Ética islámica y tratamiento de la infertilidad" organizado por la Cumbre Mundial de Innovación para la Salud (WISH), que examinó las tecnologías de reproducción asistida como la fecundación in vitro, la criopreservación, y la forma en que cada una de ellas plantea una variedad de preocupaciones éticas singulares. En su ponencia subrayó la importancia de la transmisión de la vida en el pensamiento católico, que se entiende dentro de la relación de factores que unifican la actividad sexual, el amor entre los cónyuges y la generación. Nuestra tradición, explicó Paglia, considera esta unidad como una verdad antropológica fundamental grabada en la experiencia común a todas las culturas y por ello el vínculo entre el amor conyugal y la generación, es un don más que un deber, y como tal requiere nuestra protección.
El prelado fundamentó que la experiencia del nacimiento ayuda a entender el significado de la sexualidad humana, pues cada niño nace dentro de una alianza que lo acoge. De hecho, todo niño se genera en un encuentro entre un hombre y una mujer, que implica toda su existencia e historia, no sólo sus cuerpos o las células proporcionadas por sus órganos reproductivos. Explicó que “generar”, es acoger a un niño que, aunque venga a nosotros, no nos pertenece. La experiencia religiosa – consideró asimismo el arzobispo Paglia - permite considerar la cuestión dentro de un horizonte que trasciende las preocupaciones terrenales y evita absolutizar a un niño como algo que se debe tener, cueste lo que cueste.
Suicidio asistido y eutanasia
El primer panel sobre “COVID y cuidados paliativos”, y el segundo sobre “Religión y ética médica, reflexiones sobre la autonomía y la autoridad” del 17 de noviembre, se llevaron a cabo también con la colaboración de la Pontificia Academia para la Vida. La Dra. Nunziata Comoretto se refirió al tema del suicidio asistido y la eutanasia. Afirmó que autorizar legalmente una acción contraria a la protección de la vida humana (que es uno de los compromisos éticos fundamentales de los profesionales de la salud), sin admitir la posibilidad de la objeción de conciencia, significa - al menos - violar la libertad del médico, algo que señaló como “injusto” porque significaría anular la libertad del médico que merece la misma dignidad y respeto que la del paciente. Las principales tradiciones religiosas se oponen a estas prácticas, lo que, según Comoretto, no significa ignorar el sufrimiento de los pacientes las solicitan, pues, la eutanasia y el suicidio asistido significan abandonar al paciente a su sufrimiento, lo que constituye una falsa compasión, en lugar de mirar el sufrimiento de los que nos rodean con responsabilidad y solidaridad.
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