Ravasi: la lucha contra el racismo, "todos somos humanidad"
Isabella Piro - Ciudad del Vaticano
"No podemos tolerar el racismo en ninguna forma y al mismo tiempo pretender defender la santidad de toda vida humana": lo dijo el Papa Francisco en la Audiencia General el 3 de junio pasado, mientras estallaban las protestas en los Estados Unidos por la muerte de George Floyd, el afroamericano que murió el 25 de mayo tras ser detenido por un policía blanco. Las palabras del Pontífice fueron recordadas por el Cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, que ayer por la tarde abrió el seminario web sobre el tema del racismo, las mujeres y la Iglesia Católica. "La lucha contra el racismo no presupone uniformidad, sino multiplicidad en la unidad", dijo el cardenal, citando entonces el Antiguo Testamento. De hecho, reporta la palabra "adamah", más tarde traducida a "Adán", que en hebreo tiene el significado de "humanidad". Esto implica, precisó el Cardenal Ravasi, que "todos somos Adán", somos toda la humanidad. De la misma manera, el Apóstol San Pablo, en la Carta a los Gálatas y en la Carta a los Colosenses, afirma que "no hay esclavo ni libre, bárbaro o extranjero", porque "todos somos uno en Cristo".
El racismo es la negación de las relaciones
El presidente del Dicasterio de la Cultura hizo también una consideración sobre las relaciones: "El racismo es la negación de la relación, es una forma de negacionismo social y espiritual" de la diversidad del otro. Afirmar la necesidad de ir hacia el otro y, al mismo tiempo, reconocer la diferencia del otro son, por lo tanto, dos acciones fundamentales para combatir el prejuicio racial. El discurso del cardenal fue secundado por Consuelo Corradi, presidenta de la Asesoría de la Mujer del mismo Dicsterio, quien destacó que el racismo es hoy "una emergencia social muy grave que sigue sin resolverse" y que está presente "todos los días" en muchos países.
La importancia del factor educativo
Seguidamente se dio espacio a testimonios como el de la hermana Rita Mboshu Kongo, teóloga congoleña y profesora de la Pontificia Universidad Urbaniana, que subrayó la importancia del factor educativo como instrumento de lucha contra el racismo. La escuela y la familia, explicó, son los principales lugares para comprender, desde el principio, cuánto la discriminación, especialmente femenina, es un error. La hermana Rita relató su experiencia personal: siendo la hija mayor de su familia, su padre la instó a superar los prejuicios, como los que impiden a las mujeres comer cerdo. "El racismo debe ser combatido a través de la formación de la conciencia", dijo la Hermana Rita, sugiriendo también ayudar a las mujeres a estudiar para ampliar sus conocimientos. "Pido a la Iglesia que se comprometa más con la formación de las religiosas", reiteró también la hermana Kongo, "para que tengan una formación adecuada para el apostolado que se les exige". Entre otras intervenciones, la de Miroslava Rosas Vargas, Embajadora de la República de Panamá ante la Santa Sede: "El prejuicio racial es una blasfemia contra el Creador -dijo- es un pecado que va en contra del mensaje de Cristo y debe ser abordado de raíz".
El vínculo entre el racismo y el sexismo
El seminario web fue moderado por Silvia Cataldi, socióloga de la Universidad Sapienza de Roma, quien señaló que el término "raza" se utiliza hoy en día de manera demasiada desenvoltura, aunque haya sido cuestionado por la comunidad científica. La ciencia ha demostrado, de hecho, que las diferencias genéticas entre los individuos son mayores que las diferencias raciales entre grupos de personas. Lamentablemente, añadió Cataldi, aún hoy en día se siguen produciendo genocidios y actos de violencia perpetrados a causa de "doctrinas" racistas. No sólo eso, el racismo suele estar vinculado al sexismo: los dos términos van de la mano porque se basan en el mismo mecanismo, es decir, generalizan un determinado grupo de personas, terminando por clasificarlas, de manera genérica, como un todo único.
La fraternidad es un antídoto contra el virus de la discriminación racial
La Encíclica "Fratelli tutti" del Papa Francisco, concluyó Cataldi, responde a esta tendencia errónea: de hecho, recuerda que el racismo es un virus que muta fácilmente y en lugar de desaparecer, se esconde, está siempre al acecho". Pero contra este prejuicio podemos responder con la fraternidad, porque - "todos somos hermanos y hermanas, creados a imagen y semejanza de Dios", afirmaron a la unanimidad los oradores del seminario web.
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