Laudato Si' - Evangelio de la Creación. Tagle: la misión es un regalo para toda la Iglesia
Giada Aquilino - Ciudad del Vaticano
"En la misión de la Iglesia cada bautizado ha recibido del Espíritu Santo un don, que debe desarrollarse participando en la misión misma": lo que recoge Laudato si' "es el cuidado de la casa común". Así comentó el cardenal Luis Antonio Tagle, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, a Vatican News, el mandato misionero confiado hoy a los Animadores de la Laudato si' del Movimiento Católico Mundial por el Clima y a otros agentes de pastoral, jóvenes, personas de buena voluntad. El Pontífice lo había anunciado unas horas antes en el Regina Caeli, hablando del "mandato de difundir el Evangelio de la Creación y de cuidar nuestra casa común".
De cara, mañana, al sexto aniversario de la encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común, publicada el 24 de mayo de 2015, y en la Semana Laudato si' que concluye el Año especial convocado por el Papa para reflexionar y poner en práctica el documento, el cardenal Tagle ha dirigido un encuentro de oración en la Curia General de los Hermanos Menores, en Roma, en el día de Pentecostés, en el que celebramos precisamente el descenso del Espíritu Santo que inicia la misión de la Iglesia.
La celebración, seguida a través de la web en todo el mundo, comenzó con las palabras del obispo de Asís, monseñor Domenico Sorrentino, en relación con el Santuario de Santo Domingo en la ciudad umbriana, donde San Francisco -explicó- "comenzó a construir su casa", abriendo su propio corazón y respondiendo a la llamada del Señor, como "misión, acción, iniciativa". "Vosotros sois los misioneros: id a reparar nuestra casa común", dijo el prelado dirigiéndose a los animadores presentes y a los conectados de los cinco continentes, coordinados por el director ejecutivo del Movimiento Católico Mundial por el Clima, Tomás Insua.
En Pentecostés, señaló inmediatamente después el cardenal Tagle, "sabemos que Cristo resucitado sigue estando con nosotros": la invitación del arzobispo emérito de Manila era a "ser testigos de su verdad ante el mundo", también y sobre todo en este momento de crisis ligado a la pandemia. Experimentar a Cristo, continuó, "es saber que Jesús nos acompaña", como lo hizo con los discípulos. La misión, como "llamada de por vida", como "anuncio para siempre", es también la de "acompañar a los demás", permaneciendo "un paso atrás".
Por otra parte, se hizo eco el padre Augusto Zampini, vicesecretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y miembro de la dirección de la Comisión vaticana Covid-19, "el Evangelio de la Creación está relacionado con una Iglesia en salida: es la Iglesia -señaló a Vatican News- la que se ocupa de la casa común y de los demás en cada lugar del planeta". Esta es la belleza del sentido misionero: llevar el mensaje del Evangelio y de Laudato si', del cuidado de la casa común y de los demás, a todos los lugares del planeta", en todos los sectores de la sociedad, recordando también cómo el Papa pide "un cambio serio en la economía, que está enferma, porque provoca desigualdades, enfermedades sociales, conflictos y daños a la creación", añadió Zampini.
De Río de Janeiro, Nairobi, Washington, Roma y Asís llegó el sí al mandato misionero, una asunción de responsabilidad por parte de los Animadores para "escuchar el grito de la Tierra y de los pobres", esas desafortunadas víctimas del sufrimiento y de las privaciones en la India como en Brasil, a las que el Padre Michael Perry, Ministro General de la Orden de los Hermanos Menores, recordó en su discurso: "son personas -dijo- que realmente llevan la Cruz", a las que "debemos dar una oportunidad", según una perspectiva de fraternidad y misión. El compromiso final fue irradiar "bondad, amor y humildad" para ser -como subrayó el cardenal Tagle al encender una vela junto a los participantes- "un faro de luz en la vida de la Iglesia y del mundo".
Otro deseo de un renovado compromiso de los fieles llegó por la mañana desde el escenario del Jardín Botánico de Roma, donde el padre Joshtrom Isaac Kureethadam, coordinador del sector de Ecología y Creación del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, había celebrado una Santa Misa por el sexto aniversario de la encíclica Laudato si'. "Hemos recibido un jardín, no podemos dejar un desierto a nuestros jóvenes", había reflexionado el salesiano, recordando las exhortaciones del Pontífice a salvaguardar toda la creación.
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