Parolin en Mónaco: 40 años de la Convención entre el Principado y la Santa Sede
Delphine Allaire - Principado de Mónaco
Con motivo del 40º aniversario del Convenio firmado entre la Santa Sede y el Principado de Mónaco, el cardenal Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, visita desde hoy y hasta el 19 de julio el segundo Estado más pequeño del mundo después de la Ciudad del Vaticano. Se trata de una visita sin precedentes. El acto principal tendrá lugar mañana, domingo 18 de julio, cuando el Secretario de Estado del Vaticano presidirá la misa a las 10.30 horas en la catedral de Mónaco, un edificio románico-bizantino. Por la tarde, se reunirá con los sacerdotes y fieles de la diócesis para el oficio de las Vísperas.
La firma del Convenio
Fue en julio de 1981 cuando la Santa Sede y el Principado de Mónaco firmaron el Convenio en el Vaticano, que supuso la renuncia del Príncipe a su derecho a nombrar al Arzobispo de la diócesis, que desde entonces es nombrado exclusivamente por Roma. El 30 de julio de 1981, Juan Pablo II elevó la sede episcopal de Mónaco al rango de sede arzobispal con la bula Apostolica haec.
Durante cuatro décadas, la Santa Sede y el Principado han mantenido unas relaciones muy privilegiadas, basadas en una historia y unas características similares. Los dos microestados soberanos, con una superficie de 0,44 km2 en el caso del Vaticano y de 2 km2 en el de Mónaco, tienen el catolicismo como religión de Estado. El hecho de que el catolicismo esté consagrado como tal en el artículo 9 de la Constitución de Mónaco es único en el mundo. Una característica que Mónaco comparte con la República de Malta.
El catolicismo en el ADN de las instituciones monegascas
El carácter confesional del Estado monegasco va más allá de los distintos acuerdos. "Está en el ADN de las instituciones monegascas", explica el vicario general de Mónaco, monseñor Guillaume Paris, en el canal oficial de YouTube de la diócesis. Los principios de la Iglesia Católica, que son parte integrante de la identidad de la ciudad-estado, se han adoptado como base de las instituciones y la legislación. La libertad de conciencia permanece, por supuesto, intacta para los más de 38.000 habitantes.
En concreto, esto significa que Mónaco contribuye al mantenimiento y las actividades de la Iglesia. La enseñanza religiosa es una de las asignaturas que se imparten en los colegios del Principado, tanto privados como públicos. Mónaco y la Santa Sede también comparten la misma posición sobre el aborto, ya que ambos Estados defienden por igual la vida desde la concepción hasta la muerte. Monseñor Paris recuerda también que las palabras "Alberto II, por la gracia de Dios, Príncipe de Mónaco" aparecen siempre a la cabeza de las Órdenes Soberanas, y el lema de los Grimaldi es elocuente: "Deo Juvante", "con la ayuda de Dios".
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