Di Giovanni a la OIEA: crear un mundo sin armas nucleares
Isabella Piro - Ciudad del Vaticano
Crear un mundo sin armas nucleares: esta es la tarea de la OIEA (Organismo Internacional de la Energía Atómica) recordada ayer, 20 de septiembre, por Francesca Di Giovanni, Subsecretaria para el Sector Multilateral de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado de la Santa Sede. En su intervención por videoconferencia ante la 65ª Asamblea General del OIEA, que se celebra en Viena hasta el 24 de septiembre, Di Giovanni reiteró el llamamiento a "frenar la propagación de las armas nucleares y poner la tecnología nuclear pacífica a dispsición de toda la humanidad".
"La Santa Sede", dijo el subsecretario, "reconoce el papel único de la OIEA en la no proliferación de armas nucleares a través de su programa de salvaguardias y su verificación de que los materiales nucleares no sean desviados de fines pacíficos". Este trabajo también se basa en la confianza, reiteró el representante del Vaticano, porque "cuando los países abren sus instalaciones nucleares a los inspectores, en el marco de los acuerdos globales de salvaguardia y de los protocolos adicionales, contribuyen a crear confianza y a reducir las sospechas". De este modo, "el Organismo contribuye significativamente a crear un mundo sin armas nucleares".
Una falsa sensación de seguridad
Di Giovanni recordó seguidamente las palabras del Papa Francisco, que ha condenado a menudo la posesión de armas nucleares, calificándola de "inmoral", porque "las armas de destrucción masiva, especialmente las armas nucleares, no crean más que una falsa sensación de seguridad". Por ello, el subsecretario reiteró la exhortación del Pontífice a los líderes mundiales para que tomen "la valiente decisión de destinar el dinero de las armas a un fondo mundial, para eliminar el hambre y contribuir al desarrollo de los países más pobres".
La mirada de Di Giovanni se dirigió a los pobres y vulnerables, los que "más sufren las consecuencias de la pandemia de Covid-19, así como el hambre, las enfermedades y el creciente impacto del cambio climático". "Todos nosotros -dijo- tenemos la responsabilidad de promover una cultura del cuidado, que ponga la dignidad humana y el bien común en el centro de todo lo que hacemos. En este sentido, el Subsecretario expresó el aprecio de la Santa Sede por "Zodiac", el programa de acción integrado de la Agencia para enfermedades zoonóticas. Lanzado en 2020, este proyecto pretende mejorar las interacciones entre la ciencia, los responsables políticos y la sociedad, promoviendo la colaboración para identificar los riesgos y hacer frente a los brotes de enfermedades que pasan de los animales al hombre, con el objetivo de garantizar el acceso universal a las soluciones.
El representante del Vaticano expresó la misma consideración por los proyectos de la OIEA dedicados el uso de la tecnología nuclear "para controlar la contaminación por plásticos" y para "curar el cáncer, cultivar más alimentos y gestionar y proteger las reservas de agua". Di Giovanni también dijo que la Agencia estaba haciendo una "importante contribución" en el ámbito del cambio climático, monitoreando la contaminación en los océanos y los ecosistemas, y ayudando a los países a adaptarse a las nuevas realidades climáticas, incluyendo la escasez de alimentos y agua. En este sentido, se recordó el compromiso de la Santa Sede de "promover la educación en ecología integral, así como medidas políticas y técnicas que favorezcan un modelo cultural de desarrollo y sostenibilidad basado en la fraternidad y la alianza entre el ser humano y el medio ambiente".
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