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"La salud mental en un mundo desigual" "La salud mental en un mundo desigual"

Turkson: pandemia agrava el sufrimiento de personas con trastornos mentales

En su mensaje con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, el Prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral lanza un llamamiento para adoptar nuevas políticas de ayuda a quienes sufren a causa de los trastornos mentales.

Ciudad del Vaticano

La pandemia del Covid-19 ha agravado aún más el ya gran sufrimiento de las personas con enfermedades mentales. Es necesaria una movilización política, social y humana para hacer frente a estas fragilidades. Este es, en definitiva, el llamamiento lanzado por el Cardenal Peter Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en su mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Salud Mental que se celebró este domingo sobre el tema: "La salud mental en un mundo desigual".

Disturbio mental desatendido

El evento de este año pretende llamar la atención sobre las desigualdades que existen en el tratamiento y la atención de los enfermos mentales. En los países de ingresos bajos y medios – afirma  Turkson – entre el 75% y el 95% de las personas con trastornos mentales no tienen acceso a los servicios de salud mental, y en los países de ingresos altos la situación no es mejor". En el amplio universo de la salud, una de las dimensiones más olvidadas es precisamente la de la salud mental, a menudo acompañada de estereotipos, desconocimiento de cuestiones más específicas y escasa información. En todo el mundo se cometen muchas violaciones de los derechos humanos contra las personas con trastornos mentales: hombres y mujeres de todas las edades que ya sufren el estigma y la discriminación a la que están sometidos, lo que los lleva al aislamiento y la marginación. En aproximadamente la mitad de los casos, los trastornos mentales comienzan antes de los 14 años, hasta el punto de que el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años.

Soledad y marginación

El Cardenal recuerda que, antes de la pandemia del Covid-19, casi mil millones de personas en el mundo sufrían trastornos mentales: "A medida que se desarrollaba la emergencia sanitaria, las restricciones sociales impuestas por la primera fase de la emergencia provocaron un aumento del abuso del alcohol y de otras sustancias psicotrópicas, así como la exacerbación de diversas formas de adicción, incluida la ludopatía. Las propias medidas adoptadas para luchar contra el virus Covid-19 han sido una causa más de soledad para las personas con trastornos mentales: la imposibilidad de realizar las actividades habituales y de cultivar las relaciones habituales ha agravado la ya penosa condición de marginación, especialmente para las personas alojadas en instituciones de asistencia social y hospitales psiquiátricos".

Es hora de volver a cuidar a los frágiles

En realidad – ha precisado – la pandemia "es sólo el factor precipitante de una crisis multidimensional que tiene sus raíces en políticas sociales, sanitarias y económicas inadecuadas". Políticas que a menudo han generado nueva pobreza y marginación, y que siguen creando condiciones de injusticia e inequidad en la distribución de los recursos, en perjuicio de millones de personas". El creciente desempleo ha generado una nueva pobreza, que afecta sobre todo a las mujeres.

Se necesita un nuevo modelo de desarrollo

El Cardenal Turkson reclamó nuevas políticas, abandonando "el actual paradigma de desarrollo para adoptar un modelo cultural que vuelva a poner la dignidad humana en el centro". "Es hora de volver a atender la fragilidad de cada hombre y mujer, de cada niño y de cada anciano, con la actitud atenta y solidaria del buen samaritano", superando "el estigma y la discriminación" que sufren las personas con enfermedades mentales.

Tantos samaritanos ocultos junto a los que sufren

Por último, Turkson dirigió su reflexión a los numerosos "samaritanos ocultos", profesionales, voluntarios y trabajadores de todos los niveles, "que atienden con profesionalidad y competencia a quienes sufren trastornos mentales, y que a menudo trabajan en condiciones difíciles por la ausencia o escasez de estructuras adecuadas para tratar estas patologías y asistir al enfermo y su familia". Se espera que el "sistema sanitario de protección de la salud mental pueda reforzarse, incluso mediante el apoyo a las organizaciones dedicadas a la investigación científica de las enfermedades mentales y la promoción de modelos de inclusión social".

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11 octubre 2021, 08:50