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32 años después del asesinato de seis sacerdotes y dos mujeres, en el campus de la UCA 32 años después del asesinato de seis sacerdotes y dos mujeres, en el campus de la UCA

Carta del Cardenal Czerny “en memoria” del martirio de los jesuitas en El Salvador

En una carta, 32 años después del asesinato de seis sacerdotes y dos mujeres, en el campus de la Universidad Centroamericana (UCA) en San Salvador, el Cardenal Michael Czerny recuerda su sacrificio y subraya que la Iglesia debe llevar el peso de lo humano, escuchando a los pobres y reformándose.

Ciudad del Vaticano

Por el Cardenal Michael Czerny, S.J.

EN EL X AÑO DE DEAN BRACKLEY Y EN EL XLIV AÑO DE RUTILIO GRANDE Y EN EL XXXII ANIVERSARIO de IGNACIO-MARTÍN BARÓ, IGNACIO ELLACURÍA, JUAN RAMÓN MORENO, AMANDO LÓPEZ, SEGUNDO MONTES Y JOAQUÍN LÓPEZ Y LÓPEZ, Y DE SUS DOS COLABORADORAS: ELBA JULIA RAMOS Y CELINA RAMOS

Roma, 16 de noviembre de 2021

Querido hermana/o, 

La celebración del XXXII aniversario de nuestros mártires se enmarca en un contexto eclesial y nacional lleno de desencanto político y de signos preocupantes sobre la vida en la mayor parte del mundo, y a su vez, de signos esperanzadores en la Iglesia.

Uno de los signos eclesiales que inundan de gozo este aniversario es la beatificación del P. Rutilio Grande, Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus, asesinados el 12 de marzo de 1977 entre Aguilares y el Paisnal, y junto a ellos del P. Cosme Spessotto, fraile menor franciscano, de nacionalidad italiana, asesinado en 1980 en la Iglesia de San Juan Nonualco. 

En aquellos años, la represión alrededor de Aguilares fue tan brutal, que no se pudo erigir ningún monumento. Pero alguien plantó tres lisos palos en el lugar del martirio, y unos años después, cuando fui allá a rendir homenaje y a rezar, pude contemplar lo siguiente: ¡los palos habían florecido con las hojas frescas de la Resurrección! 

El asesinato de Rutilio Grande tuvo una importancia fundamental para San Oscar Arnulfo Romero, entonces arzobispo de San Salvador, quien pasó gran parte de la noche del velatorio frente al cadáver de Rutilio, a quienes unía una larga amistad en el Señor. El asesinato de Rutilio impactó también la conciencia de nuestros mártires que hoy celebramos. Experimentaron una profunda conmoción por los sucesos de Aguilares, y algunos incluso aumentaron su cercanía y compromiso con los pobres después del martirio. Rutilio visitaba con frecuencia la residencia universitaria de la UCA, y con su estilo jocoso y simpático les llamaba con cariño “Los maestros de Israel”.

El ministerio y el martirio de Rutilio Grande y de Mons. Romero confirmaron en la fe a nuestros hermanos jesuitas que justo hoy nos convocan a la santa memoria de su sacrificio. Entre los 53 santos jesuitas, 34 son mártires, y entre los 152 beatos hay 145 mártires. Además, en el camino hacia la santidad –por decir así- se encuentran 10 “venerables” y 162 “siervos de Dios”, 116 de ellos mártires. (https://jesuitas.es/es/actualidad/477-jesuitas-santos-para-hoy)

 No podemos olvidar en este XXXII aniversario el grave deterioro de la vida de los pobres en El Salvador, afectados por la pandemia y la miseria, la cual se acentuará por el alto costo de la vida y por la pérdida de la autosuficiencia alimentaria provocada en buena parte por el deterioro ambiental, y afectados también por el debilitamiento de las instituciones políticas y la creciente confrontación social. Los análisis y los editoriales de la UCA dan luz abundante para entender la coyuntura y orientarse sabiamente en la práctica política. 

Finalmente, este XXXII aniversario coincide con la apertura del próximo Sínodo por parte del Papa Francisco el 10 de octubre con el tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. En este espíritu he escrito, 

De la vocación de la Iglesia, expresada en la Lumen Gentium, y de su camino sinodal nacen la evangelización, la promoción humana en todas sus formas y el cuidado de nuestra casa común. Y cuando este nuevo modo de afrontar los problemas de la familia humana se asume con determinación, como una cuestión esencial y necesaria, entonces se ayuda a la Iglesia a descentralizarse y se la empuja hacia las periferias. La Iglesia debe caminar unida, llevando sobre sí el peso de lo humano, tendiendo el oído al grito de los pobres, reformándose a sí misma y su acción, escuchando ante todo la voz de los anawim que fueron el centro del ministerio público de Jesús. (https://revistas.comillas.edu/index.php/razonyfe/article/view/15913)

Me permito creer que todos nuestros mártires, y también nuestro compañero P. Dean Brackley, habrían emprendido con entusiasmo la gran peregrinación sinodal lanzada por el Papa Francisco, y con todo corazón te invito a hacer lo mismo. 

Tuyo en el Señor, en unión de oración y de solidaridad, como siempre, 

Card. Michael Czerny S.J.

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16 noviembre 2021, 09:14