Parolin: "Los que ayudan a víctimas de la trata son voces proféticas de la Iglesia"
Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
José, hijo del Profeta Jacob vendido como esclavo y María de Magdalena, dos rostros de la misericordia, dos experiencias de Resurrección posibles gracias a la mirada de Jesús. El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, ve en ellos las experiencias vividas también por las mujeres que cayeron en la trampa de la trata y que luego fueron liberadas gracias a los esfuerzos de Talitha Kum, la red de religiosas comprometidas en frenar este cruel fenómeno.
El 25 de noviembre, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el organismo mundial de religiosas ha lanzado la iniciativa global "Call to Action": una llamada a la acción destinada a "transformar la economía de la trata de personas en una economía del cuidado que capacite a todos, especialmente a las mujeres, para promover comunidades seguras y prósperas".
Los rostros de la Resurrección
El cardenal Parolin recuerda que el documento es "una llamada para todos, para las personas de buena voluntad y también de diferentes tradiciones". La historia de José es más actual que nunca: vendido, traicionado, pero -explica el cardenal- el Señor no le abandonó y tampoco "José abandonó al Señor". Es un emblema de la confianza total en Dios, pero también de la misericordia, porque perdona a sus hermanos.
"La mirada de Jesús sobre María de Magdala, que no es cierto que fuera una prostituta -subrayó Parolin- le devolvió la dignidad". María "no estuvo sola en el momento del arrepentimiento, los hombres que habían abusado de ella se arrepintieron a su vez y se convirtió en apóstol de los apóstoles".
Mujeres y niños que no son mercancías
Aún hoy, estas historias se repiten, pero Talitha Kum ha dado a muchas mujeres y a sus hijos una oportunidad de volver a vivir.
"Con Talitha Kum lo imposible se hace posible" son "una voz profética de la Iglesia". De ahí el llamamiento del cardenal Parolin a "sanar, a devolver la dignidad a quienes la han perdido, en una relación entre iguales, como hermanas que caminan juntas, siendo conscientes de los profundos valores que portan". Pero el llamamiento es también a "enfrentarse a las formas de esclavitud moderna" porque muchos no quieren verlas, ya sea porque están implicados o porque se benefician de ella. Frente a "mujeres y niños que son considerados mercancía y esclavos, no podemos apartar la mirada", dice Parolin, "no podemos ser hipócritas". "La llamada a la acción puede y debe sacudir las conciencias", la mirada de Cristo puede redimir en cualquier momento.
Mayor compromiso
El secretario de Estado del Vaticano también se refirió a la violencia contra las mujeres, recordando que "es necesario un mayor compromiso para erradicar el fenómeno, que va en aumento". Creo que lo principal", explicó, "es educar a los jóvenes para que respeten y valoren a las mujeres". Sobre la emergencia sanitaria, reiteró que "la posición de la Iglesia es clara":
"Vacunarse -ha dicho el Papa- es un acto de amor, y yo lo traduciría en un acto de responsabilidad". A continuación, se refirió a los cuidados paliativos y a la cercanía al enfermo, "las únicas vías que pueden salvar la dignidad de la persona y su humanidad", porque "la vida debe ser respetada desde la concepción hasta la muerte natural". Por último, el cardenal hizo alusión a la elección del próximo presidente de la República Italiana con "la esperanza de que el bien del país se ponga en el centro".
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