Tutti Fratelli, todos hermanos dando una pateada a los prejuicios
Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
El sentido de la iniciativa que ha promovido el Papa Francisco se encuentra en las palabras del responsable de la Organización Mundial Rom, una asociación que trabaja con los niños para vencer el racismo y la discriminación. Hablando desde Zagreb con el nuncio Monseñor Giorgio Lingua, durante la presentación del partido de fútbol "Fratelli tutti" (Todos los hermanos) previsto para el domingo a las 14.30 horas en el Centro de Entrenamiento de la Società Sportiva Lazio en Formello, reiteró su "agradecimiento" al Pontífice pero también a los organizadores a los que llama "nuestros embajadores", "nuestros ángeles". Se trata del Consejo Pontificio de la Cultura, nombrado por el Papa para dar vida a la iniciativa, enteramente apoyada y financiada por el club biancoceleste. "Este es un partido histórico para nosotros", explicó el organizador, "porque queremos sentirnos iguales a los demás, porque no es justo que haya niños que no tengan comida y estén excluidos de todo".
Frente al equipo de la Organización Mundial de la Salud estará el "Equipo del Papa - Fratelli tutti", dirigido por Odoacre Chirico y Marco Tardelli, compuesto por siete guardias suizos, empleados del Vaticano y sus hijos, pero también por dos jóvenes inmigrantes, acogidos por la Comunidad de Sant'Egidio, y un chico con síndrome de Down, Felipe, que está viviendo la experiencia deportiva de las Olimpiadas Especiales. El árbitro de excepción será el bombardero del Lazio Ciro Immobile, que ha marcado más de 160 goles con la camiseta biancoceleste, y que admite que todavía está pensando en sus dos jueces de línea. Admite que todavía está pensando en sus dos jueces de línea: "Serán mis compañeros de equipo", dice sonriendo, "pero todavía tengo que entender en quién puedo confiar". El sábado 20 de noviembre, el Papa recibirá a los dos equipos en una audiencia en el Vaticano.
Ravasi: el deporte, vehículo de valores
El cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, hizo los honores en la Sala San Pío X del Vaticano. Para él, el fútbol tiene una dimensión ética que hay que potenciar. "El Papa asignó esta función al Departamento de Cultura por una razón no sólo pastoral, sino también estructural, porque la cultura, por su propia naturaleza, abarca una de las dimensiones fundamentales del ser humano y de la existencia, que es precisamente el juego. Queremos que el deporte mantenga sus dimensiones nobles y éticas", dijo el cardenal, "y esto incluye el tema de la comunión entre las diversidades". Ravasi dijo que este partido es un "unicum" y que fue concebido antes de la visita del Papa Francisco a Eslovaquia, en el barrio rom de Lunik IX, pero que puede insertarse en la estela del mensaje lanzado entonces, a saber, que la integración es la única forma de luchar contra los prejuicios.
Monseñor Ambarus: las muchas pobrezas de Roma
El objetivo del partido es recaudar fondos para apoyar el proyecto "Un calcio all'esclusione" (Una patada contra la exclusión), promovido por la diócesis de Roma para promover la inclusión de los gitanos y las personas más vulnerables. Monseñor Benoni Ambarus, obispo auxiliar de Roma, ilustró el proyecto sacando a la luz la pobreza que se vive en la capital, "la social, la de la vivienda, la de la educación y, sobre todo, la relacional". En Roma, dice el obispo, hay un centenar de edificios ocupados "donde no hay decencia de vida, donde hay gente sin residencia y sin documentos... los gitanos que viven en chabolas son el 10%, los otros viven entre nosotros". "Queremos llegar a ellos, cogerlos de la mano, incluirlos en la red parroquial, en los oratorios, en los polideportivos y a partir de ahí convertirnos en un punto de referencia para toda la familia". El prelado recordó que los balones firmados por los jugadores en el partido Lazio - Juventus del sábado por la noche serán subastados y la recaudación se destinará al proyecto de la diócesis.
Lotito: el Lazio promueve los valores deportivos
"Un fútbol didáctico y moralizante". Este es el sueño que el presidente del Lazio, Claudio Lotito, se propuso desde que se convirtió en el número uno del club. Este es el tema de su participación en el juego "Fratelli tutti" (todos los hermanos), porque, explica, el dolor puede llevar a la redención, porque la brecha social, que la pandemia ha exacerbado, puede combatirse invirtiendo en educación, ofreciendo oportunidades a quienes no las tienen. De este modo, los excluidos de estas oportunidades pueden convertirse en "campeones de la vida". En referencia al racismo, Lotito defendió la labor del Lazio a pesar de que los aficionados, en algunos casos, han sido acusados de ello. "Durante 18 años", explicó, "he adoptado una posición muy clara, rompiendo con cualquier forma de discriminación racial, social o cultural. Un compromiso pagado también a nivel personal, pero llevado a cabo porque "con el deporte se superan las vallas sociales, culturales, económicas y raciales". Queremos", añadió, "llamar la atención de la gente sobre estos problemas a través del fútbol, que tiene tanto poder mediático, y crear un proceso de educación, especialmente para los jóvenes". "Un fondo ético -subraya el presidente- ligado al respeto de la dignidad humana, éste es el espíritu del Lazio". Una señal fuerte, revela Lotito, es la inclusión de Mario Venezia, presidente de la Fundación Museo de la Shoá, en el organigrama del club, "no sólo por el incuestionable valor de la persona, sino porque estamos en contra de toda forma de discriminación de cualquier tipo y la combatimos y combatiremos siempre con todos los medios a nuestro alcance".
Immobile, un árbitro especial
Ciro Immobile tiene palabras de agradecimiento y estima para el Papa Francisco. "Estuve con él, con el presidente, con motivo del cumpleaños del Lazio -explica-, nos acogió en su casa y dio la bendición a mis hijos y esto, una vez más, es un homenaje de él a mí y a mi familia". Por primera vez será árbitro, "y es un motivo de satisfacción", confesó, "porque significa que además de lo que hago en el campo, probablemente también demuestro mucha humanidad fuera de él y esto también lo vio el Santo Padre". "Como siempre he dicho, hay que ser primero un buen hombre antes que un buen futbolista. "Estamos muy contentos de recibir a estos dos equipos en nuestra casa, donde vivimos cada día y donde cultivamos, día tras día, nuestros sueños, nuestras metas. En comparación con muchos", concluyó Immobile, "tenemos suerte, pero intentamos transmitirla a los demás.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí