Paglia: D'Agostino, defensor de una 'bioética proactiva'
Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
"Mi amigo Francesco D'Agostino". Así recuerda monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida, al presidente de honor del Comité Nacional de Bioética que ayudó a fundar en 1990. Lo hizo en la misa celebrada esta mañana por el cardenal Francesco Coccopolamerio en la iglesia de San Roberto Bellarmino de Roma, en el tercer aniversario de su muerte.
Paglia traza un perfil detallado de la historia académica y personal del profesor de derecho en muchas universidades italianas y extranjeras, pero sobre todo gran amante de la bioética, hasta el punto de fundar el Comité Nacional, convirtiéndose en un importante referente en Italia y en el extranjero. En todas las funciones, académicas e institucionales, nacionales e internacionales, Francesco", añade, "ha aportado una valiosa contribución, recordada por todos con gratitud, reconocimiento y profunda admiración".
Defensor de la vida
Recordando su "estilo elegante, brillante y refinado, incluso provocador en ocasiones", monseñor Paglia destaca los temas más importantes que ha abordado en el campo de la "bioética (cuestiones del principio y el fin de la vida, sexualidad, familia, experimentación, cuidados, biopolítica), cuestiones cruciales de la filosofía del derecho, biojurídica (justicia, castigo, equidad, perdón) y biopolítica, que han desembocado en numerosas monografías (30) y artículos científicos (cerca de mil)". Al defender el valor de la vida, entendida como un don de Dios, D'Agostino recurrió a un pensamiento siempre riguroso, "agudo en la identificación de los nudos conceptuales que hay que desenredar", en el espíritu del diálogo y de una confrontación basada en la relación.
Una bioética proactiva
Creador también de un método, subraya Paglia, que parte de los hechos y llega a las "cuestiones limítrofes" que a menudo son un "campo de batalla sangriento metafóricamente desestabilizador que provoca malestar". De ahí la apertura a una verdad común, a una forma de pensar que no es ni "obtusamente conservadora" ni "ingenuamente progresista", sino más bien "desprejuiciada" o literalmente "sin prejuicios". El presidente de la Pontificia Academia para la Vida recuerda la estrecha colaboración de los últimos años y cita un artículo de Avvenire en el que Francesco D'Agostino habla de "una bioética proactiva", una creatividad a la que el Papa nos había invitado a mirar para no cerrarnos en una defensa del pasado sino abrirnos a la instauración del futuro. En esto, explica Paglia, reside la originalidad de D'Agostino, "un maestro de la filosofía del derecho, de la bioética y de la biojurídica italiana y europea".
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