Lorenzo Perosi, un tesoro por redescubrir
Vatican News
Han pasado 150 años desde el nacimiento de Lorenzo Perosi, pero parecen muchos más. Uno de los más grandes músicos de la primera mitad del siglo XX, director de la Capilla Musical Pontificia desde 1898 hasta su muerte en 1956, vivió varias vidas. El primero lo vio actuar en todo el mundo, literalmente en todo el mundo. En la segunda se ignoró por completo. Ahora, con motivo del Año Perosiano, que se inaugura el 21 de diciembre, existe la esperanza de una tercera vida, la del redescubrimiento de un verdadero tesoro artístico.
Hoy, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, se ha celebrado una rueda de prensa para presentar una serie de iniciativas, no sólo musicales, destinadas a reconstruir la trayectoria artística y humana de una figura "compleja y complicada", como la definió monseñor Vincenzo De Gregorio, decano del Pontificio Instituto de Música Sacra, en un discurso intenso, apasionado y, como es su estilo, sin tapujos.
Una figura compleja y complicada
Por qué esta definición, preguntamos a Monseñor De Gregorio. En primer lugar, subrayó, "por su experiencia de vida, que le sitúa como sacerdote en una trayectoria musical profesional de gran profundidad: no es el sacerdote que sabe de música, no es el sacerdote que ha realizado importantes estudios musicales y ha adquirido importantes competencias profesionales en música. Es un músico, es un compositor, es un artista. Todo ello le hace, como a todos los artistas, trascender los cánones y los estereotipos". Pero no basta, añadió, hay que tener en cuenta "los contextos musicales/culturales, eclesiásticos, que lo sitúan, por un lado, plenamente insertado en los ganglios vitales de la Iglesia como director 'perpetuo' de la Capilla Musical Sixtina, y por otro, al margen". Precisamente el contexto histórico en el que vivió Perosi, así como su estilo, es el centro de un volumen escrito por Luigi Garbini, que rastrea "todos, o casi todos, los malentendidos reunidos en torno a su nombre".
Las colaboraciones
El Año Perosiano cuenta con el patrocinio del Dicasterio para la Cultura y la Educación, representado por el delegado Monseñor Carlos Alberto de Pinho Moreira Azevedo, quien destacó la importancia de la operación en el marco de una mayor difusión de la música sacra, especialmente aquella de alta calidad técnica y capaz de reproducir el texto de la mejor manera posible. El Coro Pontificio también tiene un papel central, como destacó el superintendente de la Capilla Musical Pontificia, monseñor Guido Pozzo, quien, tras un breve saludo, pasó la palabra al maestro director del conjunto vocal, monseñor Marcos Pavan. Fue él quien anunció la próxima interpretación de una Misa de Réquiem, para 4 voces impares, escrita por Perosi en 1912 para el rito fúnebre de Luitpold de Baviera y que luego se utilizó durante décadas en los funerales de los cardenales, y por ello se conoce como la "Misa de los Cardenales". El evento está organizado por el sello discográfico BAM music, representado en la rueda de prensa por Daniele Maggiore, director general de Bam international.
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