Ulloa: El Papa nos invitó a no perder la alegría de vivir el Evangelio día a día
Vatican News
Recientemente llegó al Vaticano una delegación acompañada por el arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa. El prelado tuvo una audiencia privada con el Papa Francisco, visitó caritas Internationalis, la Secretaría del Sínodo y el Dicasterio para los Laicos.
Una visita pendiente entre los jóvenes panameños y los portugueses
La visita se dio en torno a una peregrinación que estaba pendiente desde el 2019 para entregar la Cruz y el Icono a Lisboa, pero por la pandemia no fue posible. El Arzobispo se encontró con el Papa Francisco, quien los animó a seguir el compromiso de la Iglesia, y a mantener esa alegría de vivir el Evangelio día a día.
La delegación encabezada por el Arzobispo visitaron también el dicasterio para los Laicos, reforzaron sus lazos creados desde que prepararon la JMJ Panamá. También, Mons. Ulloa visitó Caritas Internationalis, por ser él, presidente de Caritas Panamá, allí entrelazó lazos con la directiva y habló de los proyectos que están llevándose a cabo y los nuevos equipos que están al frente de Caritas Panamá.
También fue a la oficina del Sínodo, allí compartió la experiencia que está llevando a cabo Panamá en el proceso sinodal. Allí el Arzobispo remarcó la importancia de este proceso de sinodalidad, "de ir trabajando por una Iglesia".
Y ahora se encuentra en la diócesis de Tursi-LagoNegro, donde fue recibido por Mons. Vincenzo Orofino, con quien se firmará un convenio para misioneros Fidei Domun como fruto de la JMJ 2019.
Traspaso de la cruz y el icono
En noviembre del 2020, jóvenes estudiantes panameños residentes en Roma traspasaron la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), y el Ícono de la Virgen María a jóvenes de Portugal, próxima sede de la JMJ a celebrarse en Lisboa en el 2023. La entrega se hizo en una ceremonia desarrollada en la Catedral de la Basílica de San Pedro, en el marco de la misa de la solemnidad de Cristo Rey, presidida por el Papa Francisco.
Qué les dijo el Papa
Sobre todo, dijo el arzobispo, les invitó a ese compromiso con la Iglesia y no perder la alegría de vivir el Evangelio día a día y sobre todo a los jóvenes que pudieran asumir este don que la Iglesia panameña y latinoamericana tuvo con ser sede de la Jornada Mundial de la Juventud, y que se metieran de lleno realmente en la vida de cada una de nuestras comunidades.
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