#WMOF22, Cardenal Farrell: “La Iglesia necesita a las familias”
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
Hay una novedad en el X Encuentro Mundial de las Familias que se debe tener en cuenta: en cada continente, los obispos están viviendo encuentros análogos con las familias de sus diócesis, sobre los mismos temas y contenidos que desarrollaremos aquí en Roma. Lo enfatizó el Cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en su discurso esta mañana durante la primera jornada de charlas en el Aula Pablo VI, abriendo el Congreso Teológico-Pastoral.
En su coloquio, que se pudo seguir en vivo a través de la cobertura multiplataforma y multilingüe de Vatican News y la Diócesis de Roma, el Purpurado explicó que cree que es importante vivir estos tres próximos días como “un momento de auténtica comunión eclesial con todas las familias del mundo que participarán, que nos escuchan y esperan de la Iglesia no sólo palabras de apoyo, sino también signos de una conciencia eclesial de las muchas situaciones de las que hay que ocuparse".
La familia, lugar de acogida y amor
Farrell indicó que juntos se profundizarán algunos temas que, junto a la Diócesis de Roma y con base en lo que emergió en los últimos tres años de los encuentros en el Dicasterio con los obispos de todo el mundo, en las visitas ad limina. Son los aspectos que consideraron urgentes para la pastoral familiar y matrimonial.
“Por supuesto, nos hubiera gustado incluir muchas otras, que nos han señalado y que somos conscientes de que habría que abordar con más decisión en la Iglesia. Pienso en el papel eclesial de las personas discapacitadas, en la vocación eclesial de los solteros o viudos, en las familias que pasan por experiencias especiales, como la muerte de un hijo”, afirmó Farrell.
Para el Prefecto, “la familia fundada en el sacramento del matrimonio es un poderoso multiplicador de la gracia presente en el mismo sacramento, que no se limita a los cónyuges, sino que se expande a su alrededor, transformando el modo de percibir y entender la vida por parte de cada miembro de la familia y de las demás familias que la rodean”.
“Por eso, aseguró el Cardenal Farrell, la Iglesia necesita a las familias, su contribución activa”.
El discernimiento, un punto clave
Por último, Farrell dijo que “solo a través del discernimiento llevaremos a la gente a Cristo. Esto es lo más importante en la labor de evangelización: no acumular proyectos pastorales, sino pensarlos de manera que permitan a Cristo entrar en las familias y transformar sus vidas”.
A los delegados y ponentes agradeció su disponibilidad y el servicio que prestan a la Iglesia y a las familias. “Que el Espíritu Santo los ilumine y que la Sagrada Familia vele por estos días y los haga fecundos, llenos de gracia en los frutos que se llevarán a casa”, fue su augurio.
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