Peña Parra a católicos de Timor Oriental: sigan siendo "luz" en el sudeste asiático
Alessandro Di Bussolo - Vatican News
"Querido pueblo de Timor Oriental, para que sigan siendo la 'luz del mundo', para que puedan llevar a Cristo a todos los que 'buscan verlo', es fundamental que contemplen el rostro de Cristo, que sean hombres y mujeres de oración profunda, de diálogo intenso y perseverante con Dios". Este fue el núcleo de la homilía pronunciada por el arzobispo Edgar Peña Parra, Sustituto de Asuntos Generales en la Secretaría de Estado, en la Misa concelebrada en la Catedral de la Inmaculada Concepción de Dili, capital del país asiático, junto al recién nombrado cardenal Virgilio do Carmo da Silva, arzobispo de la ciudad.
Antes de la Misa, la visita a Tasi-Tolu
Antes de la celebración, Monseñor Peña Parra visitó el monumento dedicado a San Juan Pablo II en Tasi-Tolu, donde el 12 de octubre de 1989, durante su histórica visita, el Pontífice celebró la Eucaristía cuando el país aún formaba parte de Indonesia. Anteriormente, el Prelado se reunió con el Primer Ministro de Timor, Taur Matan Ruak. La visita del Sustituto de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado a Timor Oriental finalizará el 23 de septiembre, tras una reunión con el Presidente del Parlamento Nacional, Aniceto Guterres Lopes.
El primer cardenal de Timor Oriental y la misión de la Iglesia
Monseñor Peña Parra abrió su homilía destacando que la púrpura al arzobispo Virgilio en el consistorio del 27 de agosto, la primera a un hijo de la joven nación, que en mayo celebró 20 años de independencia, "es un signo de la importancia y la misión de la Iglesia timorense de seguir anunciando el mensaje de salvación en estas tierras del sudeste asiático y de defender la fe cristiana, si es necesario usque ad sanguinis effusionem, ¡hasta el derramamiento de sangre!"
El viaje de San Juan Pablo II en 1989
A continuación, citó la homilía de la Misa celebrada por San Juan Pablo II en Tasi-Tolu, el 12 de octubre de 1989, cuando recordó que los católicos de Timor Oriental tienen "una tradición en la que la vida familiar, la cultura y las costumbres sociales están profundamente enraizadas en el Evangelio, y esta tradición constituye una parte importante de su identidad". Una tradición "rica en las enseñanzas y el espíritu de las Bienaventuranzas", de "humilde confianza en Dios, de perdón y misericordia y, cuando es necesario, de sufrimiento paciente en la tribulación".
La familia, "Iglesia doméstica" que transmite la alegría del Evangelio
En sus familias, explica Peña Parra, viven la práctica de la 'Iglesia doméstica', en la que los padres transmiten a sus hijos los valores cristianos y la alegría del Evangelio, Evangelii Gaudium, "volviendo así a los orígenes, imitando el ejemplo de los primeros cristianos, como nos recordó el Papa Francisco" en su viaje a Malta en abril de 2022. También el Papa Wojtyla, en su visita de 1989, comentando el texto del Evangelio de San Mateo, recuerda el arzobispo sustituto, "subrayó la misión que ustedes, los timorenses, tienen que ser "sal de la tierra y luz del mundo". De hecho, en un contexto regional en el que los cristianos son una minoría, su país -junto con Filipinas- tiene una población mayoritariamente católica".
Timor Oriental hoy: país pacífico y democrático
Así es como Monseñor Peña Parra apela al testimonio de fe de los timorenses orientales, ante los "enormes horizontes de evangelización que se abren ante vuestros ojos" y su "testimonio de reconciliación y perdón, fruto innegable de vuestra vivencia concreta de las enseñanzas de Jesucristo". "Gracias a esta fe que ustedes viven concretamente -reconoció el arzobispo venezolano-, después de haber pasado por un período histórico de grandes tribulaciones, hoy tienen un país pacífico y democrático, comprometido con la construcción de una sociedad solidaria y fraterna y con el desarrollo de relaciones pacíficas y constructivas con sus vecinos y con la comunidad internacional en su conjunto".
En la contemplación del misterio de Cristo, el sentido de la vida
Comentando, pues, el Evangelio propuesto por la liturgia, del evangelista Lucas, monseñor Peña Parra subraya que hoy muchas personas, como Herodes, tratan de "ver" a Jesús, "porque intentan encontrar el sentido más profundo de sus vidas, que -como bien sabemos- sólo puede hallarse en la contemplación del misterio de Cristo", como nos enseña san Agustín en las Confesiones. En la exhortación apostólica Gaudete et Exsultate, añade, el Papa Francisco explica que "es la contemplación del rostro de Jesús, muerto y resucitado, la que recompone nuestra humanidad, incluso la fragmentada por los trabajos de la vida o marcada por el pecado". Por eso pregunta a los católicos de Timor Oriental: "¿Tenéis momentos en los que estáis en su presencia en silencio, permanecéis con él sin prisa y os dejáis mirar por él? ¿Dejas que su fuego inflame tu corazón?" Si no permites que Jesús "alimente en ti el calor del amor y la ternura", es su admonición, "no tendrás fuego, y así cómo podrás inflamar los corazones de los demás con tu testimonio y tus palabras".
Bajo la protección de la Inmaculada Concepción
A continuación, el sustituto de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado concluyó su homilía recordando que, sólo contemplando el rostro de Cristo, sólo "partiendo del encuentro con Jesús en la oración y en la vida sacramental podremos mostrar el camino a quienes lo buscan, aunque a menudo no conozcan el objeto de su búsqueda". Y si el miedo y el temor a la falta de preparación os asalta ante esta "misión de ser "luz" para los demás", no olvidéis lo que Jesús repite a sus discípulos: "No tengáis miedo", y no olvidéis "vuestra historia y el testimonio de fe de vuestros catequistas, los transmisores de la fe, porque son la garantía de que el Señor camina siempre con vosotros". Que la Inmaculada Concepción, patrona de esta nación, "os acompañe siempre y os ayude a cumplir la alta misión a la que estáis llamados".
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